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Departamentos de francés

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Sobre el escenario había cuatro personas: Sohan, los dos distinguidos novelistas y un profesor del departamento de Francés, cuya función era traducir las respuestas de Monsieur Aldebert al inglés para el público y susurrarle a él al oído en francés las preguntas que le haría Sohan.
Ranged on the stage were four speakers: Sohan, the two distinguished novelists and a lecturer from the French department, who was there to translate M. Aldebert’s answers into English for the audience, and to whisper a French translation of Sohan’s questions into his ear.

El jefe del departamento de francés, un argelino entrado en años, ya me había abordado (de forma aterradora, al sentir su firme manaza en mi hombro di un brinco, como si me atracaran) y me dijo, sin preámbulos que estaba impartiendo un seminario sobre las raíces del terrorismo moderno a partir del FLN y la guerra de Argelia, y que podía asistir si quería; yo no soportaba que todos los profesores parecieran saber quién era y estar al corriente de «la tragedia», como la profesora de cine, la señora Lebowitz, que me iba detrás para que me apuntara al club de cine después de leer un trabajo que yo había hecho sobre El ladrón de bicicletas, y me sugirió que quizá me lo pasaría bien también en el club de filosofía, que consistía en un debate semanal sobre lo que ella llamaba las grandes cuestiones. —Hum, quizá —respondí educadamente.
The head of the French department, an elderly Algerian, had already approached me (shockingly—at his large firm hand on my shoulder, I’d jumped like I was being mugged) and told me without preamble that he was teaching a seminar that I might like to sit in on, the roots of modern terrorism starting with the FLN and the Guerre d’Algérie—I hated how all the teachers in the program seemed to know who I was, addressing me with apparent foreknowledge of “the tragedy,” as my cinema teacher, Mrs. Lebowitz (“Call me Ruthie”) had termed it. She too—Mrs. Lebowitz—had been after me to join the Cinema club after reading an essay I’d written about The Bicycle Thief;