Translation for "atesoro" to french
Similar context phrases
Translation examples
Uno prospera y trabaja y estudia como el avaro que atesora lo que nunca va a poder gastar.
On attend, on travaille, on étudie comme un avare amassant un trésor qu’il ne dépensera jamais.
¿Sabes por qué valen tanto? Te lo diré, en confianza: valen una enormidad porque son míos, me pertenecen, y mientras más los atesore más valor adquirirán.
Et sais-tu pourquoi ? Parce qu’ils sont à moi, qu’ils m’appartiennent. Plus je garde ce trésor, plus il prend de valeur.
Atesoró esas palabras. Cerró los ojos e intentó imaginarse al hombre en el que se convertiría su sobrino, pero al igual que le sucedía con Ryssa, no vio nada. Era muy raro.
Quels trésors que ces mots ! Il ferma les yeux et essaya de visualiser son neveu adulte. Mais, comme lorsqu’il s’agissait de Ryssa, il ne vit rien. C’était étrange.
Recordó la blusa transparente y los pantalones cortos en delta, e hizo un gesto hacia ella que podía ser tomado por el inicio de una inclinación de cabeza—. Atesoro en mi vida una belleza al día. La joven enrojeció. —¡Vayamos al asunto! —declaró Saltus—.
Il revoyait le corsage transparent et le short en delta. Il fit un signe de tête qui pouvait passer pour l’ébauche d’un salut : « Une beauté par jour, c’est là mon grand trésor. » La jeune femme rougit. — Au fait ! dit Saltus.
Ruego por que el Bendito los acompañe a usted, al joven Titus y a la amable señorita Hendrickje, por que gocen siempre de la felicidad y buena salud que se merecen, como tantas veces he pedido en mis plegarias, pues son ustedes parte de los más entrañables recuerdos que atesoro de una vida que fue la mía y de la cual hoy siento que me separa no solo el mar…
Je prie Dieu de vous accompagner, vous, le jeune Titus et la douce Hendrickje, pour que vous jouissiez à jamais de la bonne santé et du bonheur que vous méritez, comme je l’ai si souvent demandé dans mes prières, car vous faites partie de mes plus chers souvenirs. Je les garde comme un trésor de cette vie qui fut la mienne et dont me sépare aujourd’hui beaucoup plus que la mer, je le sens…
Los dos se abrazaron sin decir nada más, y el que sobrevivió recordó para siempre aquel abrazo, lo atesoró entre los instantes más preciosos de su vida, lo evocó con la codicia del avaro que recuenta sus monedas sin cansarse y volvió a vivirlo muchas veces, en los días más duros y en los mejores, entre el deslumbramiento del amor y el acecho de la muerte, entre la velocidad del infortunio y la lentitud de la prosperidad, entre el olor a miedo de los vagones de los trenes, el olor a miedo de las noches al raso y el inconsciente olvido del olor a miedo, y después, con las emociones y los deseos, con los domingos y los días laborables, con el calor del cuerpo de su mujer en noches de invierno muy arropadas y las risas de sus hijos que crecían sin el fardo agotador de su memoria, Ignacio Fernández Muñoz guardó siempre el recuerdo de aquel abrazo como un tesoro sin precio, el salvoconducto que le permitió seguir estando vivo, llegar a ser feliz en un mundo donde ya no existía su hermano Mateo.
— Non, toi, excuse-moi, Mateo, je n’aurais pas dû te dire ça… Moi aussi je regrette. » Ils s’étreignirent sans rien ajouter, et celui qui survécut se rappela toujours cette étreinte, la conserva parmi les instants les plus précieux de sa vie, l’évoqua avec la cupidité de l’avare qui compte son argent sans se lasser et le revécut souvent, dans les périodes les plus dures et dans les meilleures, entre l’éblouissement de l’amour et l’attente de la mort, entre la rapidité de l’infortune et la lenteur de la prospérité, entre l’odeur de peur que dégageaient les wagons des trains, celle des nuits à la belle étoile et l’oubli inconscient de l’odeur de la peur, et après, avec les émotions et les désirs, avec les dimanches et les jours ouvrables, avec la chaleur du corps de sa femme les nuits d’hiver où il fallait s’emmitoufler et les rires de leurs enfants qui grandissaient sans le fardeau épuisant de la mémoire, Ignacio Fernández Muñoz conserva toujours le souvenir de cette étreinte comme un trésor sans prix, le sauf-conduit qui lui permit de rester vivant, d’arriver à être heureux dans un monde où Mateo, son frère, n’existait plus.
Tú te dedicas al mundo de las palabras y yo atesoro cada una que me escribes.
Les phrases, c’est ton métier, et je chéris le moindre mot que tu m’envoies.
Al decir «atesoras» su voz se quebró y se le tensó la mandíbula.
Sa voix se brisa sur le verbe « chérir », et il serra la mâchoire.
En mi corazón aún soy virgen, todavía atesoro mi primer amor como una perla.
je suis encore vierge de cœur. Je chéris encore mon premier amour comme une perle.
—Tengo en los brazos un objeto que alguien atesoró hace… once mil años. ¡Once mil años!
— Je tiens un objet qu’autrefois quelqu’un a chéri… il y a onze mille ans !
Confieso que una de las cosas que atesoro en mi corazón, una cosa que le envidio a ese pobre crío mío, es esa oportunidad de veros a Thomas y a ti.
J’avoue volontiers que je chéris au plus profond de mon cœur ce qui me fait envier mon pauvre petit : la possibilité de vous voir, Thomas et vous.
(Pero aún; aunque esta idea me asusta y me avergüenza, y aunque durante el día la encuentro melodramática y ridícula y me niego a creer en ella, aun así, también la atesoro.
(Pire : bien que je sois effrayée par cette idée, que j’en aie honte, et que durant le jour je la trouve mélodramatique, risible et me refuse à y croire, je la chéris aussi.
Recuerdo cada grupo de lacitos, cada suave aleteo, y es una vergüenza que no sea pintor, que no sea más que aspirante a poeta, porque entonces verías cómo atesoro hasta el último detalle.
Je me rappelle chaque bouffette – je me rappelle chaque vaporeuse ruche – c’est une honte, à dire vrai, que je ne sois pas peintre, mais seulement apprenti poète, sinon vous verriez combien je chéris le moindre détail.
No se imaginaba entonces que aquel sería su último verano de amor, pero, conociéndolo como lo conozco ahora, debió de temer y de hecho prever que posiblemente no se le otorgaría volver a encontrar el amor, motivo por el que lo atesoró hasta el final.
Il ne se doutait guère alors que ce serait son dernier été de passion amoureuse. Mais le connaissant comme je le connais à présent, il avait dû craindre et probablement pressentir qu’il n’aurait plus jamais la chance de trouver l’amour, raison pour laquelle il l’avait chéri jusqu’à la fin.
Recuerdo a Kenny de pie ante mí, con la respiración agitada, que dijo: «Cuéntaselo a alguien y eres hombre muerto». Sin embargo, de todos esos recuerdos, el que se me quedó más grabado —y atesoro— fue la sublime y brutal satisfacción que sentí cuando mi puño entró en contacto con su cara.
Je me souviens de Kenny me toisant, essoufflé, et disant : « Si tu caftes, tu es mort. » Mais parmi toutes ces choses dont je me souviens, celle qui m’a le plus marqué – et que je chéris –, c’est la satisfaction sublime et sauvage que j’éprouvai lorsque mon poing s’écrasa sur son visage.
- El hombre que ha viajado puede mirar con una sonrisa de compasión los bastos guijarros que todavía atesora en casa la gente de su pueblo; sí, puede hacerlo porque ha visto rubíes y perlas auténticas en lejanos lugares. No soy teólogo y no puedo decir si esto es válido también para las religiones que venera en casa del viajero la gente de su pueblo.
— Le voyageur qui a vu, en de lointaines contrées, des rubis et des perles véritables peut à bon droit sourire quand il voit chérir par ses congénères, rentré dans son pays natal, de malheureux cailloux. Peut-on appliquer ce raisonnement aux religions locales ? C’est ce que je ne saurais affirmer, n’étant pas théologien.
How many English words do you know?
Test your English vocabulary size, and measure how many words you know.
Online Test