Translation for "huero" to english

Huero

adjective

• addle

Translation examples

addle adjective

Esa bebida de soja con chal y no sé qué te está afectando tu cerebro ya huero.
That soy-chai-whatever thing you drink is affecting your already addled brain.

Ante la tiesura del gendarme, el travieso animalejo cabeceaba su sabiduría, riéndose de aquella solemnidad, lamentable y huera.
The impish animal was nodding wisely at the policeman’s stiffness, laughing at his lamentable, addled solemnity.

El camino empezó a hacerse muy largo, y pronto sentí mis miembros muy cansados y mi mente muy huera.
It began to seem a very long way, and I began to feel very weary in my limbs and addled in my mind.

El huero de Rudy Hertz pensaba que estaba haciendo algo estupendo al lado de Paul, mostrándolo a la multitud. Rudy era senil;
Addled Rudy Hertz thought he was doing a handsome thing by Paul, showing him off to the crowd.

Es una golosina para alguien con tan poca experiencia y tan huero como Servilio el Augur, ya que Lúculo lo ha dejado todo hecho.
It’s a peachy post for someone as inexperienced and addled as Servilius the Augur, because Lucullus has really done all the work for him.

tenía una pasión por los pequeños misterios y secretos; una pasión bien inocente, pues hasta entonces sus secretos habían sido tan poco prácticos como los huevos hueros.
she had a passion for little secrets and mysteries—a very innocent passion, for her secrets had hitherto always been as unpractical as addled eggs.

En la época en que Rosanvallon escribió el segundo volumen de su proyecto, el gobierno de Juppé había sido derrotado en las calles después de una batalla en la que había intentado defender una serie de reformas neoliberales –una derrota que describiría cinco años después, en un amargo artículo retrospectivo para Le Débat, como el triunfo de la huera oposición a la modernidad, el moderno opio del pueblo61–. De ahí que su trilogía no pudiera terminar con el mismo tono de La République du centre.
By the time Rosanvallon reached his second volume, the Juppé government had been routed on the streets, after a battle in which he had championed its neo-liberal reforms—a defeat he would describe five years later, in a sour retrospect for Le Débat, as the triumph of an addled refusal of modernity that was the contemporary opium of the people.61 The trilogy, therefore, could not end on quite the same note as that struck by La République du centre.