Translation for "lollies" to spanish
Translation examples
D'you read that on an ice lolly stick?
Lo habrás leído en una paleta de caramelo.
And when you're done, I've got more lollies!
Tengo más caramelos para cuando terminemos.
Come on: lick my lolly.
Venga, chupa mi caramelo.
'Giacomo, don't take lollies from strangers.'
"Giacomo, no aceptes caramelos de extraños".
...chocolate spread, lollies...
- Crema de chocolate, caramelos...
Tom keeps lollies in here.
Tom guarda caramelos aquí.
- Italians make good lollies.
Los caramelos italianos son deliciosos.
I'll give you a lolli...
y tener un caramelo?
Do we have any lollies?
¿Alquien tiene caramelos?
then, opening the back of the Land Cruiser, he began distributing drinks and lollies.
Después abrió la parte trasera del todoterreno y empezó a repartir golosinas y caramelos.
‘I bet you two orange lollies Amma’s going to kick the shit out of him.’
Te apuesto dos caramelos de naranja a que amma le hace morder el polvo.
"I bet you two orange lollies Amma's going to kick the shit out of him." "Ooooooo!"
Te apuesto dos caramelos de naranja a que amma le hace morder el polvo. —¡Oooooooh!
If you behave yourself and do what you're told, I'll bring you back safe and give you a lolly or whatever the hell they bribe you with.
Si te portas bien y haces lo que se te diga, te devolveré sano y salvo aquí y te daré un caramelo o lo que usen para premiarte.
A child was howling for a lost lolly, and a young mother, her baby cinched inside her scarlet jumper, was taking swigs from a tomato-sauce bottle.
Un niño berreaba por un caramelo perdido, y una madre joven, con su crío sujeto dentro de la camisa escarlata, se echaba al garguero el contenido de una botella de salsa de tomate.
They went from there to Jigsaw, and from Jigsaw to H & M, where they repeated the Topshop experience with the addition of small children howling for their mothers, ice cream, lollies, pet dogs, sausage rolls, pizza, fish and chips, and whatever else came into their feverish minds.
Cuando salieron de Topshop fueron a Jigsaw, y de Jigsaw a H&M, donde repitieron la experiencia vivida en Topshop, con el añadido de niños pequeños que chillaban a sus madres pidiendo helados, caramelos, cachorros de perro, empanadillas de salchicha, patatas, con pescado frito y cualquier otra cosa que les pasara por sus mentes febriles.
It ascended by levels: Da’s cameo recessed against the glow of the tuner’s parade, the drawer of utensils withdrawn past its fulcrum, the disembodied face of my brother miming and distorting my desperate attempts by expression alone to make Mum look up from me and see him, I no longer feeling my features’ movements so much as seeing them on that writhing white face against the pantry’s black, the throttle-popped eyes and cheeks ballooning against the gag’s restraint, Mum squatting chairside to even my ears, my face before us both farther and farther from my own control as I saw in his twin face what all lolly-smeared hand-held brats must see in the funhouse mirror—the gross and pitiless sameness, the distortion in which there is, tiny, at the center, something cruelly true about the we who leer and woggle at stick necks and concave skulls, goggling eyes that swell to the edges—as the mimicry ascended reflected levels to become finally the burlesque of a wet hysteria that plastered cut strands to a wet white brow, the strangled man’s sobs blocked by cloth, storm’s thrum and electric hiss and Da’s mutter against the lalation of shears meant for lambs, an unseen fit that sent my eyes upward again and again into their own shocked white, knowing past sight that my twin’s face would show the same, to mock it—until the last refuge was slackness, giving up the ghost completely for a blank slack gagged mask’s mindless stare—unseen and -seeing—into a mirror I could not know or feel myself without. No not ever again.
La imitación se fue intensificando de forma gradual: la breve aparición de mi padre retrocedió frente al brillo del avance del dial, el cajón de utensilios se alejó de su apertura máxima, la cara desprovista de cuerpo de mi hermano imitaba y distorsionaba mis intentos desesperados de conseguir únicamente mediante la expresión de mi cara que mamá apartara la vista de mí y lo viera a él, y yo ya no notaba los movimientos de los rasgos de mi cara sino que los veía reflejados en aquella cara blanca gesticulante que se recortaba sobre el fondo negro de la despensa, con los ojos abultados como si me estuvieran estrangulando y las mejillas abultadas contra la presión de la mordaza, y mamá se agachó junto a la silla para igualarme el pelo que me bordeaba las orejas, y mi cara expuesta a los ojos de ambos estaba cada vez más fuera de mi control a medida que yo iba viendo en su cara gemela lo que todo chiquillo con la cara manchada de caramelo y cogiendo la mano de su padre ha de ver en un parque de atracciones: la semejanza grotesca y despiadada, la distorsión en la que se encuentra, diminuto y en el centro, algo cruelmente cierto acerca del mismo yo que mira con cara lasciva y menea de forma convulsiva el cuello alargado y el cráneo hundido, esos ojos abultados que se inflan hasta llenar toda la imagen, y a medida que la imitación se fue intensificando alcanzó cierto nivel en que se convirtió en la parodia de una histeria sudorosa que hacía que los mechones de pelo cortado se adhirieran al ceño húmedo; y los sollozos del estrangulado eran ahogados por el trapo, el repiqueteo y el crujido eléctrico de la tormenta y el murmullo de papá por encima del susurro de unas tijeras pensadas para esquilar ovejas, y una arcada no vista por nadie hizo que mis ojos se pusieran en blanco una y otra vez presa del terror, sabiendo sin necesidad de verlo que la cara de mi gemelo adoptaría la misma expresión, para burlarse de ella, hasta que el último refugio fue el abandono, dejar de luchar por completo y adoptar la mirada inexpresiva, flácida y amordazada de una máscara —no vista por nadie y tampoco viendo nada—, enfrentada a un espejo sin el cual no podía conocerme ni sentirme. Nunca más podría. DAVID FOSTER WALLACE (1962 - 2008). Nacido en 1962, es contemporáneo de autores como Rick Moody o David Leavitt, y, para muchos críticos, el autor más relevante de su generación. Entre sus obras destacan las colecciones de relatos La niña del pelo raro y Entrevistas breves con hombres repulsivos, el magnífico ensayo Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer y su extensa y alabada novela La broma infinita.
And, um... and a rainbow lolly thing.
Y... y uno de esos polos de arco iris.
Ice cream's bad for the baby but I love a lolly, don't I, Paul?
El helado es malo para el niño pero me encantan los polos. ¿A que sí, Paul?
And then the white fella came into Australia, he bring all the sweet things like lollies... biscuits, everything.
Y entonces el chico blanco entró en Australia, que traer todas las cosas dulces como polos... galletas, todo.
And then one day, a terrible thing happened in the lolly scheme of things.
Entonces, un día, pasó algo horrible en el orden universal de los polos.
However, I discovered that she was able to lick and swallow a particular brand of ice lolly.
Sin embargo, descubrí que era capaz de lamer y tragar una marca concreta de polos.
Inside this freezer were the ice lollies that were my mother’s only comfort during her dying.
Dentro del congelador estaban los polos que procuraban el único consuelo a mi madre moribunda.
He just stood in baffled silence while I angrily purchased two bubblegum-flavoured lollies.
Mantuvo su silencio perplejo mientras yo compraba airadamente dos polos con sabor a chicle.
Gran says we’re going to see the otters today ’n we’ll have ice lollies ’n beef burgers.
La abuela dice que hoy iremos a ver las nutrias y comeremos polos y hamburguesas.
A Mr Whippy van looked busiest of all, and Fenn wondered if Madonna ice-lollies were on sale.
Una furgoneta de helados era la más atestada de todas, y Fenn se preguntó si venderían polos con la imagen de la Virgen.
she waited by the great iron gate in Tung Lo Wan Road, near the iced-lolly seller who sat by his barrow.
esperaba junto a la gran verja de hierro de Tung Lo Wan Road, cerca del vendedor de polos que se sentaba junto a su carrito;
Ruth had wheeled the babies’ pram around the park and taken comfort from licks of their ice lollies and read romantic novels, amongst them those by Mary Fisher;
Ruth empujaba el cochecito de los niños por el parque, se consolaba chupando polos y leía novelas románticas, entre ellas las de Mary Fisher;
Then I’d slide the door open and search for the lollies – triumphant when I found the lime, good if I found strawberry, acceptable when I found the orange.
Después abría la puerta corredera y buscaba los polos: encontrar los de lima era un éxito, encontrar los de fresa estaba bien, encontrar los de naranja no estaba mal.
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