Translation for "multitudinario" to french
Multitudinario
Translation examples
ahora, su entierro multitudinario demostró que no era así, que la gente no lo había olvidado.
son enterrement, qui a été massivement suivi, a montré qu’il n’en était rien, que les gens ne l’avaient pas oublié.
Y las bombas incitarían más concentraciones multitudinarias de la oposición, y aquellas concentraciones serían recibidas con rifles automáticos y más explosivos.
Et ces bombes soulèveraient des mouvements de protestations encore plus massifs mais ces foules se retrouveraient face à des armes automatiques et à de nouvelles bombes.
Eminente escritor judío se presenta en Jerusalén proponiendo un traslado multitudinario de asquenazíes de Israel a sus países europeos de origen.
Un éminent écrivain juif vient à Jérusalem défendre l’idée d’un transfert massif de la population ashkénaze d’Israël vers les pays d’Europe d’où elle est originaire.
Pipik no niega la inquietante persistencia de un notable antisionismo entre la población europea, pero propone un multitudinario programa de rehabilitación que ayude a todos esos millones de personas a superar su impotencia ante las tentaciones del antisemitismo tradicional, enseñándoles a controlar la antipatía hacia sus nuevos compatriotas judíos, una vez que éstos vuelvan a arraigar en Europa. La organización capaz de llevar adelante este programa es, según él la denomina, Anti Semitas Anónimos; y en sus viajes de proselitismo y captación de fondos va siempre acompañado por un miembro del capítulo fundador de A. A., una enfermera norteamericana de extracción polaca e irlandesa, católica por ambos lados, que se identifica como «antisemita en fase de recuperación» y que se vio sometida a la influencia de las ideas de Pipik durante el periodo en que éste recibió tratamiento oncológico en el hospital de Chicago donde ella trabajaba. Resulta también que el paladín del diasporismo y fundador de A.
Il admet, et il trouve même préoccupant qu’il existe encore en Europe une importante population antisémite, mais propose de mettre en œuvre un programme massif de réhabilitation, destiné à soigner ces quelques dizaines de millions de personnes incapables de résister aux tentations de l’antisémitisme traditionnel et à leur apprendre à dominer leur aversion pour leurs compatriotes juifs une fois que ces Juifs auront été réimplantés en Europe. Il a donné à l’organisation chargée de l’application de ce programme le nom d’AntiSémites Anonymes et se fait accompagner dans ses déplacements, dont le but est de faire connaître son programme et de récolter des fonds, par l’une des fondatrices du premier groupe des ASA, une infirmière américaine catholique, d’origine polonaise et irlandaise, qui se présente comme une « antisémite en voie de guérison », gagnée à ses idées alors qu’il était soigné pour un cancer dans l’hôpital de Chicago où elle était employée.
Aquellas multitudinarias reuniones se celebraban durante las vacaciones en una enorme casa de campo;
Ces immenses réunions se tenaient dans une énorme villa de campagne, durant les vacances ;
—Nunca en mi vida había visto una Congregación tan multitudinaria —le susurró el portavoz Dryss—.
— De ma vie, je n’ai jamais assisté à un Rassemblement si énorme, murmura l’orateur Dryss.
Mason sueña que están en Londres, en un encuentro multitudinario que reúne a ese grupo que se llama la Royal Society pero que en realidad es otra cosa.
Mason rêve qu’ils sont tous deux à Londres, à quelque énorme rassemblement, – cela s’appelle la Royal Society, mais c’est vraiment autre chose.
Y el doctor Martin Luther King Júnior había realizado la promesa —o la amenaza, según algunos— de llevar a Washington, el 22 de abril, su Campaña de los Pobres, una manifestación multitudinaria;
Et Martin Luther King, lui, promettait – d’aucuns disaient menaçait – d’organiser le 22 avril sa « campagne pour les pauvres », un rassemblement énorme qui devait se tenir à Washington.
Los pasajeros (una transcategoría que abarcaba a todos los seres que poseían los medios y la inclinación para aventurarse más allá de sus hábitats originales inmediatos) se asemejaban a los habitantes de una ciudad inmensa y tridimensional, pero despoblada, con sistemas de transporte multitudinarios y variados.
Les Voyageuses, une transcatégorie qui regroupait tous les êtres capables de – et disposés à – s’aventurer loin de leur habitat naturel, étaient comme les citoyens d’une énorme ville tridimensionnelle quasi vide, dotée d’une multitude de moyens de transport.
un globo que aloja a Atenas y Samarcanda, Lhassa y Rangún, Timbuktu, Benarés, Chartres, Gante, y todas las fascinantes obras de la humanidad que se está extinguiendo, y todas las maravillas naturales, el Gran Cañón, el Amazonas, los Himalaya, el Sahara… tanto, tanto, para una diminuta esfera cósmica, tanta variedad, tanta magnificencia multitudinaria.
Il a conscience de la courbure du globe au-dessous de lui, de cet énorme ventre du monde et s’étonne une nouvelle fois de sa complexité, de la richesse de cette planète qui renferme Athènes et Samarkand, Lhassa et Rangoon, Tombouctou, Bénarès, Chartres, Gand, toutes les œuvres fascinantes d’une humanité en voie de disparition, les merveilles naturelles, le Grand Canyon, l’Amazone, l’Himalaya, le Sahara – tant et tant de choses pour un aussi petit morceau de cosmos, une telle variété, un jaillissement innombrable et magnifique.
Henry James envió desde América, donde había acompañado a su hermano William durante su enfermedad final, uno de sus característicos sermones disfrazados de panegíricos: «Su gran capacidad para captar la vida, para masticar el espesor del mundo, para darle esos bocados enormes, mientras se permite momentos de una empalagosa sentimentalidad, del gusto del público multitudinario: todo esto constituye, en sí mismo y desde mi punto de vista, una exhibición extraña, maravillosa y admirable por su parte, de modo que uno sin duda debería preguntarse sinceramente qué más, en cuanto a efectos y evocaciones y actividades diabólicas, se puede pedir. —Sin embargo, desde luego, James quería más, o, mejor dicho, menos, menos materia y mejor modelada—. Planteo mi protesta (pues he de protestar) por el mal servicio que le ha hecho a su causa al volver a emplear esa detestable forma autobiográfica que privilegia lo impreciso, lo improvisado, lo barato y lo fácil». Él no quiso debatir, y menos aún discutir, con Henry James, debido al respeto que sentía hacia el anciano escritor y a que empatizaba con su dolor por el reciente fallecimiento de William, así que respondió cortésmente a sus críticas, intentando hacer el mismo truco que hacía James, es decir, simulando que las recibía como elogios: «Ya que su correctivo está lleno de cariño, le diré que estoy completamente de acuerdo y que beso la vara con la que me lo aplica.
Henry James lui adressa, depuis l’Amérique où il avait accompagné son frère William dans sa maladie fatale, une de ses homélies caractéristiques déguisée en panégyrique : « Votre énorme appétit de vie, votre capacité à mordre à coups de dents voraces dans l’épaisseur du monde, tandis que ce trop-plein de sensations diverses vous met la bave à la bouche, en quelque sorte – cela constitue pour moi un rare, éclatant et admirable tour de force, de votre part, et en soi, si bien que l’on devrait sincèrement se demander pourquoi diable, en matière d’effet, d’évocation et d’activité démoniaque en général, on en veut davantage. » Mais bien sûr, il en voulait davantage – ou plutôt moins, moins de matière, dans une forme plus parfaite. « Ma remontrance – et en effet remontrance il y a – porte sur le tort que vous faites à votre propre cause en enfourchant derechef, tête baissée, la maudite forme autobiographique qui donne la part belle au relâchement, à l’improvisation, à la médiocrité et la facilité. » Il ne voulait pas argumenter, et à plus forte raison se quereller avec Henry James, à cause du respect qu’il nourrissait pour son aîné, et parce qu’il compatissait avec lui en ces moments douloureux après la mort récente de son frère William. Il répondit donc courtoisement à ses critiques, et essaya d’imiter la rouerie de H. J.
En lo alto de la colina, sobre la doble cubierta del pórtico del monasterio, unas nubes oscuras, gigantescas y airadas aparecieron de pronto en el cielo azul claro, hasta entonces despejado y radiante, como si una tropa amenazadora hubiera irrumpido de repente en un escenario mudo, neutro e inmóvil, o sea, que hubo en un momento un cielo radiante y en el siguiente, impulsada por un viento de una intensidad tremenda, una masa sombría, plúmbea y expansiva cuyas dimensiones no podían calibrarse con precisión puesto que no cesaba de crecer, se hinchaba de forma impredecible, se mezclaba, se esparcía, y necesitaba escasos minutos para cubrir el cielo, ya que la tormenta infernal empujaba y presionaba esa masa negra y mortífera que de súbito lo oscureció todo, de manera que se hizo silencio, callaron los pájaros en las proximidades, cesó la suave brisa, y llegó entonces un instante en el que todo se detuvo, llegó un instante en el que se paró el mundo, y en ese momento dejaron de temblar las hojas, dejaron de mecerse las ramas de las plantas y dejaron también de fluir las corrientes en los vasos de los troncos, de los tallos, de las raíces, se quedó inmovilizada la columna multitudinaria de hormigas que atravesaban un sendero transportando sus herramientas y asimismo una piedra que acababa de ponerse en movimiento y que dejó de rodar, como la carcoma que dejó de horadar los pilares y las consolas y la pequeña rata que frenó y alzó la cabeza tras las enormes coles del huerto, o sea, en una palabra, que todos, plantas y animales y misteriosos procesos internos, suspendieron su existencia de sopetón para que llegase luego el momento siguiente y todo continuara su curso allí donde lo había dejado, volviendo la rata a inclinarse sobre las coles, la carcoma a abrir su camino, la piedra a rodar un poquito, y todo se puso realmente en marcha, los flujos en el tronco y en el tallo y en las raíces, la oscilación en las ramas y el temblor en las hojas, todo el mundo volvió a ponerse en movimiento, con cautela primero, de forma más intensa luego, como los pájaros que comenzaron a gorjear en las proximidades, y empezó a aclararse arriba, empezó a despejarse por el noreste aquel cielo sombrío, y aquellas plúmbeas nubes impulsadas por el vendaval terrorífico galopaban enloquecidas rumbo a sudoeste, ya apenas resultaba creíble la presencia inconmensurable de toda aquella masa hacía un momento, ya sólo se le veía la cola y, por último, un jirón, un trapo mojado, desgarrado y agorero en el cielo, que, como si no hubiera ocurrido nada, volvía a lucir el azul de antes, pues brillaba el sol y no quedaba ni huella de aquel viento salvaje y tempestuoso y, es más, volvió a aparecer entre los batientes de la puerta aquella brisa suave y tibia, que en seguida lo intentó con la hoja derecha, pero ésta, inclinada y colgada como estaba, pendiendo con todo su peso de aquella bisagra de bronce, la de arriba, se mostró inamovible, claro está, paralizada en la historia de la destrucción de antaño, aunque ha de añadirse, en honor a la verdad, que la brisa se limitó a acariciarla, a juguetear con ella, como quien dice, a probar cuánto pesaba y siguió luego su camino hacia el espacio vacío del patio donde reinició, dando una vuelta, su particular trabajo.
Là-haut, au sommet de la colline, au-dessus du double toit du temple, apparurent brusquement dans le ciel radieux d’un bleu limpide quelques énormes nuages noirs et menaçants, on aurait dit des hordes sauvages faisant irruption sur une scène statique, muette et impassible, le ciel était limpide et, une minute plus tard, poussée par un vent d’une force terrible, cette masse sombre, en provenance du nord-est, lourde, pesante, déferlait, une masse dont il était en vérité impossible de mesurer l’étendue car elle croissait sans cesse, gonflait dans des proportions imprévisibles, se repliait, tournoyait, débordait, en quelques minutes à peine elle envahit tout le ciel, car ce démoniaque vent de tempête poursuivait, chassait, poussait en avant, bousculait cette funeste masse noire, le jour s’obscurcit soudain, le silence tomba, les oiseaux se turent, la brise s’évanouit, et puis, l’instant suivant, tout s’arrêta : l’espace d’un instant, un unique instant, le monde s’arrêta, le chuchotement des feuilles cessa, le balancement des branches cessa, le flux circulant à l’intérieur des troncs, des tiges et des racines cessa, une armée de fourmis, jusqu’ici occupée à charrier sans relâche ses vivres à travers un sentier, s’immobilisa, un caillou qui venait de s’élancer stoppa sa course, les vers cessèrent de ronger les colonnes et les consoles, un rat ralentit ses gestes et leva son museau derrière les énormes choux du potager, en un mot, tous les animaux, toutes les plantes, et les pierres, et l’ensemble des mouvements internes secrets suspendirent, un instant, le cours de leur existence pour, l’instant suivant, le reprendre là où ils l’avaient arrêté, et le rat se pencha à nouveau vers le pied du chou, les vers se remirent à ronger les galeries, le caillou roula sur quelques centimètres, oui, tout redémarra, le flux circulant à l’intérieur des troncs, des tiges et des racines, le balancement des branches, le chuchotement folâtre des feuilles, le monde entier redémarra, les oiseaux reprirent, d’abord timidement puis à tue-tête, leur chant, la clarté revint, le ciel commença à s’éclaircir au nord-est, les lourds nuages, avec cet horrible vent de tempête à leurs trousses, filaient à une vitesse folle vers le nord-ouest, on avait peine à croire à l’existence, quelques instants auparavant, de cette masse incommensurable, on n’en distinguait plus que l’extrémité, un fragment, puis un lambeau, une sinistre guenille détrempée et lacérée dans un ciel qui – comme si rien ne s’était passé – baignait à nouveau dans un bleu limpide, le soleil brillait, il ne restait plus aucune trace de la violente tempête, la petite brise, qui jouait précédemment entre les battants de portes, réapparut et se précipita aussitôt contre le battant de droite, mais celui-ci, brisé, pesant de tout son poids sur la charnière en bronze qui le retenait, s’était jadis figé au cours de sa destruction, et se révéla inflexible, il est vrai que la brise s’était contentée de le caresser, de le taquiner, comme pour évaluer son poids, avant de poursuivre sa course vers l’espace ouvert de la cour, où elle reprit en tourbillonnant son étrange activité.
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