Translation for "tres veinte" to english

Tres veinte

• three twenty
• twenty three

Translation examples

three twenty

Libre para subir a tres-veinte.
Free to climb three-twenty.

Apocalipsis tres, veinte. —Usted cree.
Revelations three, twenty.' 'You believe.'

Una, dos, tres, veinte veces seguidas.
One, two, three, twenty times non-stop.

Eran balas disparadas con una pistola Máuser calibre tres, veinte, cinco.
They were soft-nosed bullets, fired from a Mauser three-twenty-five.

–Diez cinco unidad tres veinte, pídele que me llame a mi celular.
'Ten-five unit three-twenty, ask him to call me on my portable."

—Unidad tres-veinte —dijo Butler—. Diez-cinco a la seccional, detective especializado en allanamientos.
"Unit three-twenty," Butler said. "Ten-five to a precinct B and E detective."

La unidad tres veinte lo llama enseguida y el teléfono celular empieza a vibrar como un enorme insecto.
Unit three-twenty gets back to him right away, the portable phone vibrating like a huge insect.

Arrastré al hombre, que seguía inconsciente, al interior del ascensor y miré el número del llavero de su habitación. —Tres veinte —le dije a Wolfgang.
I dragged the still-unconscious man into the elevator car and glanced at the number on the key fob. “Three twenty,” I told Wolfgang.

La regidora miró a lo lejos un momento, luego contestó: —Tres veinte, Cavan. —Bien, bien. Y ahora pasamos directo a las entrevistas... ah, al debate, ¿no? —Eso es, Cavan.
The floor manager looked away for a moment, then said, ‘Three twenty, Cavan.’ ‘Right, right. And we’re just going straight into the interviews, the ah, discussion bit, now, right?’ ‘That’s right, Cavan.’

Lo primero que dijo fue su nombre, Juan Luis Morales Rojas, y lo repitió en voz baja, en tono neutro, dos, tres, veinte veces —ahora ustedes, nos pidió, repitan: Juan Luis Morales Rojas, Juan Luis Morales Rojas, Juan Luis Morales Rojas, y empezamos a repetir su nombre, con creciente confianza, jugando con el límite, o intentando entender si había un límite, y al rato gritábamos y saltábamos mientras él agitaba las manos como el director de una orquesta, o como un cantante que disfruta escuchando al público corear la letra.
The first thing he told us was his name, Juan Luis Morales Rojas, and he repeated it in a quiet voice, in a neutral tone, two, three, twenty times. “Now you all repeat it,” he told us. “Juan Luis Morales Rojas.” We started to repeat the name, with growing confidence, increasing our volume, trying to understand if there was a limit to how loud we could be, and after a while we were shouting and jumping while he moved his hands like an orchestra director, or like a musician who was enjoying listening to the audience sing along to the chorus of one of his songs.