Translation for "pedipalpos" to english

Pedipalpos

• pedipalps

Translation examples

pedipalps

Se movían frente a su cara como los pedipalpos de una araña.
They waved next to her face like spiders’ pedipalps.

Se estremecía levemente, abriendo y cerrando las pinzas y los pedipalpos.
It trembled slightly, opening and closing its pincers and pedipalps.

Con un rápido tajo en sentido inverso le magulló uno de los pedipalpos.
He slashed one of the idr’s pedipalps with a swift reverse cut.

La araña vio también a Betsy, porque retrocedió un poco, agitó sus pedipalpos con llamativa insolencia, y emitió un crujiente zumbido.
The spider saw Betsy, too, for it reared up, twiddled its pedipalps with conspicuous insolence, and emitted a crackling purr.

La explosión había hecho desprenderse una parte de la enorme pared, de la que empezaban a salir insectos que, desalojados de sus lugares de descanso, reptaban por el techo y caían de él en más de una ocasión: grasos ciempiés, escorpiones látigo blancos con puntas en los pedipalpos, tijeretas gigantes de pinzas aceitosas, escorpiones albinos que hacían ruido con sus pinzas y arañas saltadoras peludas.
The explosion had dislodged a section of the massive wall, and now insects, disturbed from their resting places, were slithering and crawling out, many falling from the ceiling—oily centipedes, white vinegaroons with spiked pedipalps, giant earwigs with greasy pincers, albino scorpions clacking their claws, furry leaping spiders.

La señora Exroy, que era quien me había hecho la visita guiada a la casa, me había hablado de los escorpiones y me había dicho que la espuma aislante era para impedir que entraran —es decir, para encarcelarlos en la oscuridad de entre las paredes—, pero aun así una imagen de aquellos animales se colaba por las rendijas de la mente impresionable, agolpándose allí, con sus sacos de veneno de ápice afilado agitándose en el extremo de sus colas articuladas y con las pinzas haciendo clac-clac como castañuelas en las puntas de sus repulsivos pedipalpos.
Mrs. Exroy, who’d given me the tour, had told me about the scorpions and said the foam insulation was there to keep them out—that is, to imprison them in the darkness behind the walls—while an image of them poured through the cracks into the impressionable mind, teeming there with their stinger-tipped venom sacs waving at the ends of their segmented tails and their pincers clacking like castanets on the ends of their loathsome pedipalps.