Translation for "desafiando a la muerte" to english

Desafiando a la muerte

• defying death

Translation examples

defying death

—No —respondió él jovialmente. Y parecía un dios, joven, desafiando a la muerte.
“No ifs,” he had said gaily. He was a god, young and blond, defying death.

y, escondida en su trono dentro de la tienda negra, la vieja Madam seguía desafiando a la muerte.
and, secret on her black-tented throne, the ancient Madam, still defying death.

Una fue «Había una anciana», sobre una dama que se niega a morir, y que desafiando a la Muerte, exige a los enterradores que le devuelvan el cuerpo;
about a lady who refuses to die and demands her body back from the undertakers, defying Death, and a second tale, "Season of Disbelief,"

Los antiguos videntes siguen desafiando a la muerte hasta la fecha, haciendo precisamente eso: intentando que sus puntos de encaje permanezcan fijos en posiciones que los colocan en cualquiera de los siete mundos.
The old seers are still defying death, to this day, by doing just that, intending their assemblage points to remain fixed on positions that place them in any of the seven worlds.

—Los hombres son tan románticos… —comentó Angela, después de esperar a que él dijese algo más—, Piet gasta todas sus energías desafiando a la muerte y tú gastas todas las tuyas aceptándola.
“Men are so romantic,” Angela said, after waiting for him to tell her more. “Piet spends all his energy defying death, and you spend all yours accepting it.”

y aunque el arte era uno de los más antiguos del mundo, era el más nuevo para el público que llenaba las plazas de España para admirar —Romero lo sabía— no sólo a sus figuras favoritas, sino para admirarse a sí mismo, pues los toreros eran nada más y nada menos que el pueblo triunfante, el pueblo haciendo lo que siempre había hecho —exponiéndose, desafiando a la muerte, sobreviviendo— pero ahora siendo aplaudido por ello, reconocido, dotado de nombre y fortuna para sobrevivir, por durar un día más, cuando todo el mundo espera que te despanzurre el toro de la vida y te tiren al pudridero.
it was one of the oldest arts in the world, but it was the newest for the public that filled the plazas of Spain to admire—Romero realized—not only their favorite personalities but also themselves, for bullfighters were neither more nor less than the people’s triumph, the people doing what they had always done—daring, defying death, surviving—and now being applauded for it, recognized, lavished with fame and fortune for surviving, for lasting another month, when what everyone hoped was that the bull of life would rip you open and send you off to rot once and for all.