Translation for "looser" to spanish
Translation examples
 Il y a un fugitif qui court toujours dans Los Angeles.
—En Los Ángeles hay un fugitivo suelto.
Pour les gens qui détiennent Maddie, je suis toujours à Los Angeles à décider si oui ou non je vais relâcher leur bonhomme.
La gente que tiene a Maddie cree que yo sigo en Los Ángeles, decidiendo si suelto a ese tipo o no.
De plus, la police de Los Angeles n’a pas pour habitude d’exhiber ses indices aux yeux de tous quand un suspect est encore en liberté.
Y el Departamento de Policía de Los Ángeles no tiene costumbre de exhibir sus pruebas en un juicio público mientras anda suelto un sospechoso.
Aucun des deux n’eut recours aux métisses ou à la belle mulâtresse de la maison close de Los Angeles, car ils en avaient plus peur que d’un taureau lâché ;
Ninguno de los dos acudió tampoco a las mestizas o la mulata hermosa de la casa de remolienda de Los Ángeles, porque les tenían más terror que a un toro suelto;
En bras de chemise, col défait, il fit quelques pas dans sa chambre, devant les deux lits à baldaquin et la fenêtre ouverte qui donnait sur la place Virgen de los Reyes.
Estaba en mangas de camisa, con el cuello suelto, y dio unos pasos por la habitación, junto a las dos camas con baldaquino y la ventana abierta a la plaza Virgen de los Reyes.
Tous les dimanches, à la plaza de los Toros, on évoque encore la mort de Meson. — Ah… et El Temblar se promène en liberté dans le ranch ?
Hace ya diez años de la muerte de Mesón, pero la gente aún la recuerda cada domingo en la plaza —respondió Águila. —Y El Temblar corretea por ahí suelto, como una especie de perro de vigilancia;
Il ne vous lâchera pas d’une semelle jusqu’à ce que vous soyez montée à bord de l’appareil qui vous ramènera à Los Angeles. Je sais parfaitement ce qui arriverait si je vous rendais votre liberté : en moins de temps qu’il n’en faudrait pour le dire, vous auriez trouvé le moyen de vous glisser dans un avion à destination de New York. »
Ahora pediré que manden uno y no la perderá de vista hasta que suba al avión de Los Ángeles. Si la dejo suelta en esta terminal sé muy bien lo que sucederá: antes de que nadie se dé cuenta estará metida en el avión para Nueva York.
En allant à Los Caños del Perral, Molina a vu quatre cadavres récents près du couvent de San Pascual, et trois autres entre la fontaine de Neptune et le cours San Jerónimo – un voisin lui a raconté qu’ils revenaient de tondre des mules au Retiro et que les Français avaient trouvé des ciseaux sur eux –, en plus des nombreux morts isolés que nul ne ramasse et des dix-neuf corps criblés de balles dans la cour du Buen Suceso, tous entassés contre un mur.
De camino a los Caños del Peral, Molina ha visto cuatro cadáveres recientes junto al convento de San Pascual y otros tres entre la fuente de Neptuno y San Jerónimo -según contó un vecino, venían de esquilar mulas en el Retiro y los franceses les hallaron encima las tijeras-, además de mucho muerto suelto que nadie recoge y diecinueve cuerpos cosidos a tiros en el patio del Buen Suceso, todos en montón y arrimados a un muro.
La chambre d’hôpital se remplit d’abord de carnets, puis de feuilles de papier à dessin et finalement, de planches lorsque Diego apporta des retables d’église du Guanajuato et rappela à Frida comment peignaient les gens des villages et des campagnes, sur des plaques de laiton ou des planches de bois abandonnées qui, entre les mains des villageois, devenaient des ex-voto en remerciement au Divin Enfant d’Atocha, à la Vierge de Los Remedios, au Seigneur de Chalma, pour le miracle accompli, le miracle quotidien qui a sauvé l’enfant de la maladie, le père de l’éboulement dans la mine, la mère de la noyade dans la rivière où elle se baignait, empêché Frida de mourir transpercée par un rail, la grand-mère Cósima de périr sous les coups de machette sur la route de Perote, la tante María de la O de se retrouver dans un bordel pour nègres, le grand-père Felipe de mourir dans une tranchée de la Marne, Frida, encore une fois, de se vider de son sang en accouchant, et Laura alors, de quoi avait-elle été sauvée dont elle aurait à rendre grâce ?
El cuarto de hospital se fue llenando de cuadernos primero, papeles sueltos más tarde, láminas cuando Diego trajo unos retablos de iglesia de Guanajuato y le recordó a Frida cómo pintaba la gente de las aldeas y los campos, sobre láminas de latón y tablas de madera abandonadas que se convertían, tocadas por manos pueblerinas, en exvotos dando gracias al Santo Niño de Atocha, a la Virgen de los Remedios, al Señor de Chalma, por el milagro concedido, el milagro cotidiano que salvó al niño de la enfermedad, al padre del derrumbe en la mina, a la madre de ahogarse en el río donde se bañaba, a Frida de morirse atravesada por un riel, a la abuela Cósima de sucumbir a machetazos en el camino a Perote, a la tiíta María de la O de quedarse abandonada en un prostíbulo de negros, al abuelo Felipe de morir en una trinchera del Marne, al hermano Santiago de morir fusilado al amanecer en Veracruz, a Frida otra vez de desangrarse en el parto y a Laura de qué, ¿de qué debía agradecer ella la salvación?
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