Translation for "unenvious" to spanish

Unenvious

• poco evidente
• sin envidia

Translation examples

sin envidia

`hanging about so.'`Now Creighton,' he pursued the unenvious train of thought. `quite a gentleman.....
Creighton —continuaba pensando sin sombra de envidia—, Creighton es un verdadero gentleman…, protecciones…, llegará.

for Nostromo's lineage had to be more ancient still. He is a man with the weight of countless generations behind him and no parentage to boast of. Like the People. In his firm grip on the earth he inherits, in his improvidence and generosity, in his lavishness with his gifts, in his manly vanity, in the obscure sense of his greatness and in his faithful devotion with something despairing as well as desperate in its impulses, he is a Man of the People, their very own unenvious force, disdaining to lead but ruling from within. Years afterwards, grown older as the famous Captain Fidanza, with a stake in the country, going about his many affairs followed by respectful glances in the modernized streets of Sulaco, calling on the widow of the cargador, attending the Lodge, listening in unmoved silence to anarchist speeches at the meeting, the enigmatical patron of the new revolutionary agitation, the trusted, the wealthy comrade Fidanza with the knowledge of his moral ruin locked up in his breast, he remains essentially a Man of the People.
Pero Domingo el corso alimentaba cierto orgullo de prosapia, del que Nostromo estaba exento, porque el linaje del último se remonta a un origen mucho más antiguo todavía: es un hombre que lleva tras sí el peso de incontables generaciones, sin parentesco de que ufanarse… Como el pueblo. En la firmeza con que se adhiere a la tierra, considerada por él como propia herencia, en su imprevisión y generosidad, en la ilimitada largueza con que prodiga sus donativos, en su vanidad viril, en la obscura conciencia de su grandeza y en la fiel adhesión, que tiene en sus impulsos algo de desesperante y desesperado, Nostromo es un hombre del pueblo, la propia fuerza de éste, exenta de envidia; fuerza que, desdeñado el dirigir, gobierna, sin embargo, desde dentro. Años después, cuando se le conoció en su edad provecta como el famoso capitán Fidanza, con arraigo en el país, ocupándose en sus múltiples negocios, seguido de miradas respetuosas en las modernizadas calles de Sulaco, visitando a la viuda del cargador, prestando su asistencia en el pabellón, escuchando en silencio inmóvil los discursos anarquistas en el mitin, el protector enigmático de la nueva agitación revolucionaria, el hombre poseedor de la absoluta confianza de sus jefes, el acaudalado camarada Fidanza que guarda en su pecho el conocimiento de su ruin moral, sigue siendo esencialmente un hombre del pueblo.