Translation for "the spring of life" to spanish

The spring of life

• la primavera de la vida

Translation examples

la primavera de la vida

But she thought about it often and happily, waiting amid its snows for spring and life and fulfilment.
Pero a menudo pensaba feliz en su casita, esperando en medio de la nieve la llegada de la primavera, de la vida y de la plenitud.

She was a tall, splendidly proportioned woman, of a superb beauty of countenance, for all that she was well past the spring of life.
Aunque había dejado ya algo atrás la primavera de su vida, era una mujer de arrogante belleza, realzada por su elevada estatura.

He disappeared with the coming of the winter gales, crawling down into the Earth Mother, returning when Father Sun brought spring and life to the world.
Desaparecía con la llegada de los vientos del invierno y se hundía en la Madre Tierra para volver cuando el Padre Sol traía al mundo la primavera y la vida.

And what better opportunity than this festive occasion on which we celebrate, not without nostalgia, the spring of life, the flower’s awakening, the passage from innocence to Cupid’s sweet arrows?”
Y qué mejor oportunidad que esta que nos brinda una fiesta en la que celebramos, no sin nostalgia, la primavera de la vida, el despertar de la flor, el tránsito de la inocencia a las dulces flechas de Cupido.

At scarce thirty, he had already reduced his strength of appetite down to a wretched dependence on forc'd provocatives, very little seconded by the natural power of a body jaded and racked off to the lees by constant repeated over-draughts of pleasure, which had done the work of sixty winters on his springs of life: leaving him at the same time all the fire and heat of youth in his imagination, which served at once to torment and spur him down the precipice.
A los treinta años, la fuerza de sus apetitos había sido reducida por él a una triste dependencia de las provocaciones más forzadas, que eran muy poco secundadas por la fuerza natural de un cuerpo saciado y atormentado hasta las heces por los constantes y repetidos festines de placer, que habían hecho la labor de sesenta inviernos en la primavera de su vida, dejándole al mismo tiempo todo el fuego y el ardor de la juventud en la imaginación, cosa que servía para atormentarlo e impulsarlo hacia el precipicio.