Translation for "nondefensive" to spanish

Nondefensive

• no defensivo
• no defensiva

Translation examples

no defensivo

Learn to listen to your partner in an open, nondefensive way.
Aprende a escuchar a tu pareja de manera abierta, sin ponerte a la defensiva.

Archie said. "As you can imagine, these factors significantly deter our participation in nondefensive hostilities.
—Sí lo es —replicó Archie—. Como podrán imaginar, estos factores disuaden en forma importante nuestra participación en hostilidades que no sean de índole defensiva.

Without such a nondefensive attitude and assertive verbal response when they found themselves in the indefensible position of being interrogated for suspicious motives, most of the trainees had an unforgettable, embarrassing experience.
Sin esa clase de actitud no defensiva y de respuesta verbal asertiva, cuando se encontraron en la posición indefendible de ser interrogados en busca de motivos poco honestos, la mayoría de los alumnos vivieron una experiencia turbadora e inolvidable.

By then, a standard, wholly nonjudgmental line of inquiry—appropriate even on a first date—to which everyone would be expected to have a tolerant, good-natured and nondefensive answer, would simply be: “So, in what ways are you mad?”
Para entonces, una posible forma de abordar el tema, sin rastro de censura —apropiada incluso en una primera cita—, a la que todo el mundo daría una respuesta tolerante, amistosa y nada defensiva, sería sencillamente: «Bueno, ¿en qué aspectos estás loco tú?».

Even her one piece of jewelry, the large ring she'd placed that morning on the middle finger of her left hand, her sole decorative ornament, had been selected for the sidelight it provided on the intellectual she was, one for whom enjoying the aesthetic surface of life openly, nondefensively, with her appetite and connoisseurship undisguised, was nonetheless subsumed by a lifelong devotion to scholarly endeavor.
Incluso había seleccionado la única joya que lucía y a la que no acompañaba adorno alguno, el gran anillo que se había puesto aquella mañana en el dedo anular de la mano izquierda, por la información complementaria que procu raba sobre la intelectual que ella era, una mujer que gozaba abiertamente de la superficie estética de la vida, sin ponerse a la defensiva, sin disimular su apetito y lo entendida que era, todo ello por debajo de su entrega a la actividad académica.