Translation for "nine-ball" to spanish

Nine-ball

• nueve bolas
• nueve bola

Translation examples

nueve bolas

And, um, if he had nine balls it wouldn't be a prime number and number 48 isn't...
Y, um, si le dierais nueve bolas no sería un número primo y el número 48 no es...

A few recruits and I would play nine-ball for a couple of bucks a game.
Unos reclutas y yo jugábamos nueve bolas por un par de dólares por partido.

Kicked his behind in nine-ball.
Le di una paliza con solo nueve bolas.

You get nine balls, large chips and crackers.
Incluye nueve bolas, patatas grandes y crackers.

In the name of the squanch, the six rivers, the four squanches, and the nine balls, I unite these two organisms in eternal squanch!
En el nombre de Squanch, los seis ríos, los cuatro squanches y las nueve bolas, uno a estos dos organismos en eterno squanch.

“Wait a minute: If the nine balls were coated with the same charge, why wouldn't they be repelling each other in the bin?
—Un momento: si las nueve bolas llevaban un revestimiento de carga igual, ¿por qué iban a repelerse en el receptáculo?

Under those precisely controlled conditions, the nine balls with the static charge could not enter a passageway coated with the same substance;
Bajo estas condiciones controladas con la máxima precisión, las nueve bolas provistas de carga estática no podían penetrar en un tubo que contenía la misma sustancia;

Babe was both rangy and overweight, carrying his excess pounds with daring grandness, an easygoing and somehow apt profusion, his body conveying some of the earned fluency of a former athlete, which he wasn't in particular, his active involvement in the playing of games being restricted to an occasional round of ace-nine ball with the sub-mafiosi who still clung to these polyglot surroundings, men with excess phlegm in their throats, rueful mortals of the poolroom, finger-biters, masters of deliberate spitting.
Babe era larguirucho y al mismo tiempo tenía sobrepeso, y llevaba sus kilos de más con grandiosidad desafiante, una abundancia que resultaba natural y de alguna forma oportuna, un cuerpo que transmitía en parte esa merecida soltura de los antiguos atletas, a pesar de que él no lo había sido nunca especialmente, sino que su participación activa en los deportes se limitaba a alguna que otra partida de billar de nueve bolas con los submafiosos que seguían negándose a abandonar aquel entorno políglota, hombres con exceso de flema en las gargantas, mortales atribulados del salón de billar, mordedores de dedos y maestros del escupitajo deliberado.