mallorcan - Spanish translation

Infected by the Mallorcan’s courtly style, Beard complimented him on the question.

Contagiado por el distinguido estilo mallorquín, Beard le felicitó por la pregunta.

Arnau and the other bastaixos were waiting AY the water’s edge to unload a Mallorcan galley that had arrived during the night.

Despuntaba el alba y Arnau y los bastaixos esperaban a pie de playa la descarga de una galera mallorquina que había arribado a puerto durante la noche.

We had a dog, a mallorcan hound, the hounds slightly crazy, who dance in the moonlight, striped, not all one colour as the spanish hound of the continent.

Teníamos un perro, un lebrel mallorquín, los lebreles son un poco locos, bailan a la luz de la luna, era de pelaje rayado, no de un solo color como los lebreles españoles de la península.

Others, like the Mallorcan José Llop or the Basque Mendieta, had fought in Flanders, before the Twelve Years’ truce, and the yellowed service records of a few, like Copons, who was from Huesca, and like Alatriste himself, went back as far as the last years of our good Philip II, may God hold that good king in glory.

Otros, como el mallorquín José Llop o el vizcaíno Mendieta, ya habían combatido en Flandes antes de la tregua de los Doce Años, y unos pocos, como Copons, que era de Huesca, y el propio Alatriste, alcanzaban en sus amarillentas hojas de servicio los últimos años del buen don Felipe Segundo;

The little troupe was completed by Curro Garrote, a Malagüeño from Los Percheles, so tanned he looked like a Moor; the Mallorcan José Llop; and Sebastián Copons, an old comrade of Captain Alatriste from earlier campaigns. Copons was a dried-up little man from Aragon, as tough as the mother who gave him birth, and his face might had been carved from the stone of Mallos de Riglos.

Completaban el rancho Curro Garrote, un malagueño de los Percheles tan tostado que parecía moro, el mallorquín José Llop, y Sebastián Copons, viejo camarada de antiguas campañas del capitán Alatriste: un aragonés pequeño, reseco y duro como la madre que lo parió, cuyo rostro parecía tallado en la piedra de los mallos de Riglos.

After all, no one would question the sanity of Chopin if he asked George Sand to help him find his other slipper; on the contrary, it would be madness for him to walk half shod along the corridors of that big, rambling Mallorcan house traversed by winds from every direction, a house that undoubtedly had icy marble or tile floors, surely hazardous for a feverish invalid who gets up for the sole purpose of going to the bathroom, so shaky and weak that it makes no sense to imagine him hopping on one foot, especially if he isn’t trudging to the bathroom but rushing to the piano because a new nocturne has come to him in the throes of his fever.

en cualquier caso nadie dudaría de la cordura de Federico Chopin si le pidiera a George Sand que le ayudara a encontrar la otra pantufla, más bien por el contrario, orate estaría si anduviese medio descalzo por los pasillos de ese caserón mallorquino cruzado por todos los vientos, que sin duda tenía gélidos pisos de mármol o de baldosa, ciertamente dañinos para un enfermo febril que se levanta con el único fin de pasar al cuarto de baño, tan tembloroso y exangüe que no es sensato imaginárselo saltando en pata de gallo, menos aún si no es al baño adonde se dirige sino que se abalanza sobre el piano, porque en medio de la fiebre le acaba de ser revelado un nuevo Nocturno.

The little troupe was completed by Curro Garrote, a Malagüeño from Los Percheles, so tanned he looked like a Moor; the Mallorcan José Llop; and Sebastián Copons, an old comrade of Captain Alatriste from earlier campaigns. Copons was a dried-up little man from Aragon, as tough as the mother who gave him birth, and his face might had been carved from the stone of Mallos de Riglos.

Completaban el rancho Curro Garrote, un malagueño de los Percheles tan tostado que parecía moro, el mallorquín José Llop, y Sebastián Copons, viejo camarada de antiguas campañas del capitán Alatriste: un aragonés pequeño, reseco y duro como la madre que lo parió, cuyo rostro parecía tallado en la piedra de los mallos de Riglos.