Translation for "godsend" to spanish

Godsend

noun

• bendición
• regalo celestial
• mando de dios

Translation examples

bendición noun

- They're a godsend.
- Son una bendición.

- Be a godsend.
- Sería una bendición.

- Oh! You're a godsend.
- Eres una bendición.

- You were a godsend.
- Fuiste una bendición.

I'm a godsend.
Soy una bendición.

David, what a godsend.
David, qué bendición.

You're a godsend.
Usted es una bendición.

Which was a godsend.
Fue una bendición.

That was a godsend.
Aquello fue una bendición.

Their presence was a godsend.
Su presencia era una bendición.

To Maitland it was a godsend;
Para Maitland era una bendición del cielo;

This agent was a godsend.
Aquel agente era una bendición.

The Store was a godsend.
El Almacén era una bendición del Señor.

For me it’s been a godsend.
Para mí ha sido una bendición.

“Yeah, and it’s a godsend.”
—Sí, y es una bendición del cielo.

“You’re a godsend with Ian … and with me …”
—Eres una bendición para Ian… y para mí…

But guarded or not, the storm was a godsend.
Con vigilancia o sin ella, la tormenta era una bendición del cielo—.

regalo celestial noun

She was a Godsend, Gideon.
Fue un regalo celestial para tu hermana, Gideon.

The war was a godsend to Jeb Stuart also, and shortly thereafter, against the dark and bloody obscurity of the northern Virginia campaigns, Stuart at thirty and Bayard Sartoris at twenty-three stood briefly like two flaming stars garlanded with Fame’s burgeoning laurel and the myrtle and roses of Death, incalculable and sudden as meteors in General Pope’s troubled military sky; thrusting upon him like an unwilling garment that notoriety which his skill as a soldier could never have won him.
La guerra fue también un regalo celestial para Jeb Stuart, y poco después, recortados contra la turbia y sangrienta mediocridad de las campañas en el norte de Virginia, él a los treinta años y Bayard Sartoris a los veintitrés, se destacaron brevemente como dos estrellas llameantes, engalanadas con el laurel de la Fama y el mirto y las rosas de la Muerte, imprevisibles y repentinos como meteoros en el agitado cielo militar del general Pope, arrojando sobre él, como un manto no solicitado, la notoriedad que su talento de soldado nunca le hubiera conseguido.