Translation for "bread and tea" to spanish

Bread and tea

• pan y te
• pan y té

Translation examples

pan y té

It's a low-class mind to torment your neighbors... when there's nothing but bread and tea we have.
Una mente vil tortura a sus vecinos que sólo tienen pan y té.

Let's have some bread and tea. I'll be all right.
Con un poco de pan y té me pondré bien.

Give me bread and tea.
Dame pan y té.

He took two, fried, with bread and tea.
Tomó dos, fritos, acompañados de pan y té.

Joseph's own dinner consisted of a dish of thin broth and a slice of cold meat and bread, and tea. He ate absently.
La cena de Joseph consistió en un plato de caldo ligero, una loncha de carne fría, pan y té.

They had been there about an hour, and were half asleep after their meal of bread and tea, when they heard the trotting of a horse.
Llevaban durmiendo allí una hora y media, después del refrigerio de pan y té, cuando se oyó un trote de caballo.

We could not but submit to their hospitality, so we stayed for lunch, which consisted of mashed legumes, cheese, bread, and tea.
No pudimos sino rendirnos a su hospitalidad, así que nos quedamos para el almuerzo, que consistió en puré de legumbres, queso, pan y té.

Since 1926, at the asparagus fields, the celery fields, the canneries from Alaska to San Diego, Vivente Macario always prepared the same breakfast when his turn came—warmed-over rice, three cans of sardines stolen from the cannery, a hunk of bread and tea.
Desde 1926, desde que habían estado en los campos de espárragos, en los campos de apio y en las conserveras desde Alaska hasta San Diego, Vivente Macario siempre preparaba el mismo desayuno cuando le tocaba el turno: arroz requemado, tres latas de sardinas robadas en la conservera, un mendrugo de pan y té.

Tiptoeing across the corridor he wakes her eleven-year-old son, Mustafa, in time for him to wash and clean his teeth, say his morning prayers, eat the breakfast of bread, olives, tea and chocolate spread that Mundy has meantime prepared for him.
De puntillas por el pasillo, va a despertar a Mustafá, de once años, hijo de Zara, con tiempo suficiente para que se lave la cara y se cepille los dientes, rece sus oraciones matutinas, y tome el desayuno —pan, aceitunas, té y crema de chocolate— que Mundy le ha preparado entretanto.