Translation for "bootleggers" to spanish

Bootleggers

noun

• contrabandista de licores

Translation examples

contrabandista de licores noun

Bootleggers caused enough trouble in the Quarters, but women were worse.
Los contrabandistas de licores causaban sobrados contratiempos en los Quarters, pero las mujeres eran peores.

He’s running a sanitarium out on Long Island—slick idea, too—practically he’s a bootlegger;
Está dirigiendo un sanatorio en Long Island… una buena idea, también… es prácticamente un contrabandista de licor;

in good time and soon the American scene was to furnish her with diversion in the form of bootleggers’ wars, but this was not yet.
muy pronto —a su debido tiempo— América le proporcionaría nuevas diversiones gracias a las guerras entre contrabandistas de licores, pero eso no había llegado todavía.

Then he suggested the name of a bootlegger from whom we could get credit, if we ever needed credit.
Después sugirió el nombre de un contrabandista de licores que podría darnos crédito, si alguna vez lo necesitábamos.

“I think he pulled one off on me,” Marion said. “After he got a bootlegger he asked me for five pounds.
—Creo que me ha robado una —dijo Marion. Después de encontrar a un contrabandista de licor, me pidió cinco libras.

I QUESTION WHETHER it was a good thing to steer a boy of thirteen into an undertaking parlour that is run by a bootlegger, said the Lesser Zadkiel.
—No sé si es buena idea enseñar a un niño de trece años una funeraria regentada por un contrabandista de licores —dijo Zadkiel el Menor.

and even though his widowed only daughter was pushing forty and had spent the four years of the war working like a man in a military shipyard where unspinsterish things had a way of happening to women who were not even widows, he still wasn't going to let her drive alone fifteen miles to a bootlegger's joint and buy a bottle of whiskey.
y aunque su hija única, viuda por añadidura, anduviera cerca de los cuarenta y hubiese pasado los cuatro años de la guerra trabajando como un hombre en un astillero militar donde a mujeres que ni siquiera eran viudas les habían sucedido cosas nada propias de la condición de soltera, él no estaba dispuesto a dejarle hacer sola un viaje de veintitantos quilómetros hasta la guarida de un contrabandista de licores para comprar una botella de whisky.