Traduzione per "cités-dortoirs" a spagnolo
Cités-dortoirs
Esempi di traduzione.
Cela faisait un drôle d’effet de penser que les cités-dortoirs périphériques de Barcelone s’étendaient à peu de kilomètres de là.
Resultaba chocante pensar que, a pocos kilómetros de allí, se extendían las ciudades dormitorio periféricas de Barcelona.
Si Washington et sa ceinture de cités-dortoirs étaient épargnés par l’épidémie, c’était avant tout parce que le général William D.
Washington y su anillo de ciudades dormitorio se mantendrían en gran parte inmunes debido a la propia iniciativa del general William D.
Les premiers abords d’Atlanta défilent au ralenti : une succession de forêts de sapins interrompues çà et là par une cité-dortoir ou un centre commercial.
Las líneas exteriores del metro de Atlanta pasan a cámara lenta por su lado, una serie de pinares que se ven interrumpidos por las ocasionales ciudades dormitorio o los centros comerciales.
Esperança possédait une vieille ferme juste à la limite de la zone où Esplugas de Llobregat devenait cité dortoir ; Nuria était installée dans un lotissement du Maresme et Ausiàs, le benjamin et macrobiotique Ausiàs, avait plus de jardin que de maison au Prat.
Esperança tenía una vieja masía en el límite justo donde Esplugas de Llobregat se convertía en una ciudad dormitorio, Núria estaba instalada en una urbanización del Maresme y Ausiás, el pequeño y macrobiótico Ausiás, tenía más huerto que casa en el Prat.
Après l’électrification de la ligne de chemin de fer qui dessert les agglomérations du nord-est de Londres, Wrentham Green avait été englobée peu à peu dans la grande banlieue. Cela n’empêchait pas ses vieux habitants d’affirmer que leur résidence était une pittoresque ville de comté, et non une cité-dortoir.
Con la electrificación de la línea suburbana del nordeste, Wrentham Green se había convertido en una ciudad dormitorio, a pesar de que sus antiguos habitantes protestaran, alegando que se trataba de una villa aparte, con toda su personalidad, y no de un suburbio donde los londinenses buscaran el descanso nocturno.
Il s’éveilla indigné contre Charoen et contre lui-même pour découvrir que ce n’était qu’un rêve et qu’à la lumière toute débutante du petit jour Chiang Maï était une ligne dans le ciel, cités-dortoirs et temples consacrés à Bouddha, quel Bouddha, peu importe, celui de l’or ou des émeraudes.
Se despertó indignado con Charoen y consigo mismo, hasta que descubrió que todo había sido un sueño y que, a la luz muy incipiente del amanecer, Chiang Mai era una línea en el cielo de barrios dormitorio y templos dedicados a Buda, a qué Buda no importaba, si al de Oro o al de Esmeraldas.
Seule la clarté opaque des enseignes lumineuses de différentes marques de bière illuminait l’intérieur du local où je me trouvais. Le Noisebar Banale, le club le plus fréquenté de Padoue, était situé au Portello, une zone jadis chaude, aujourd’hui transformée en cité dortoir pour les étudiants étrangers à la ville.
Solo el tenue resplandor de los anuncios de neón de varias marcas de cerveza iluminaba el interior del local donde me encontraba —el Noisebar Banale—, un sótano transformado en el club más frecuentado de Padua, situado en Portello, esa zona de la ciudad que fue durante un tiempo un orgulloso barrio del hampa, convertido hoy en un poblado barrio-dormitorio para universitarios de fuera de la ciudad: cada cinco portales una pizzería;
Mais il ne marcha pas jusqu’à la gare où le train l’avait déposé – Sant Cugat, une banlieue chic où les nouveaux riches et leurs valets ne prêtent aucune attention à autrui. Il dirigea ses pas vers la commune de Rubi, cité-dortoir des ouvriers barcelonais, bien que peuplée naguère de poètes et de filles de vingt ans inspirant leurs sonnets.
Pero no fue a pie hasta la estación donde lo había dejado el tren —Sant Cugat, un lugar donde los nuevos ricos y los criados de los nuevos ricos no se fijaban en nadie—, sino que se dirigió a Rubí, que antaño fue lugar de poetas y niñas de veinte años que inspiraban a los poetas, y que ahora era una ciudad dormitorio donde los obreros barceloneses descansaban.
Le corps enseignant, personnels administratifs aussi bien qu’étudiants, voyait en Cleaves Mills une cité-dortoir. Les gens du cru détestaient cette faune estudiantine, leurs propos pédants, leurs marches pour la paix au Vietnam ; ils n’en acceptaient pas moins leur argent et profitaient également des impôts locatifs versés à la municipalité par les enseignants qui occupaient des logements propriétés de la ville dans un quartier rebaptisé par les étudiants, quadrilatère des Nuls ou boulevard des Crétins.
Los miembros del claustro y de la administración de la universidad, así como sus alumnos, utilizaban Cleaves como dormitorio, y la ciudad tenía un sistema fiscal envidiable. También tenía una excelente escuela secundaria, con un flamante departamento de periodismo. Los vecinos podían despotricar contra la población universitaria que utilizaba un lenguaje pedante, que organizaba marchas comunistas para poner fin a la guerra y que se entrometía en la política local, pero nunca rechazaban los dólares que entraban todos los años en concepto de impuestos por las refinadas casas de los profesores y por los edificios de apartamentos de la zona que algunos estudiantes llamaban Barrio de Pringue y otros Callejón de la Miseria.
et sans doute cet angle de vision devait-il être plaisant pour un peintre, puisque c’est à peu près le même, à peine déformé par une position légèrement plus latérale par rapport à la rectiligne falaise urbaine du Madrid ancien, avant que la prolifération cancéreuse des cités-dortoirs n’estompe la netteté de la coupure ombilicale qui marquait autrefois la frontière entre la cité et la ruralité, l’Urbs et sa campagne environnante, le même angle de vision sur la ville, donc, que Goya avait choisi pour installer sa résidence à la Quinta del Sordo, cette Maison du Sourd où il peignit les fresques noires après lesquelles, selon le mot de Malraux, commence la peinture moderne ;
y, sin duda, dicho ángulo visual debía de resultar agradable para un pintor, puesto que es aproximadamente el mismo, apenas deformado por una posición ligeramente más lateral con relación al rectilíneo acantilado urbano del Madrid antiguo, antes de que la proliferación cancerosa de las ciudades-dormitorio difuminase la nitidez del corte umbilical que en otro tiempo señalaba la frontera entre la ciudad y la ruralidad, la Urbe y su campo circundante, el mismo ángulo visual sobre la ciudad, pues, que Goya había elegido al instalar su residencia en la Quinta del Sordo, en la que pintó los frescos negros después de los cuales, según Malraux, comienza la pintura moderna; ¿Malraux?
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