Traduction de "verrous" à espagnol
Exemples de traduction
En cinq, le verrou.
En cinco, la cerradura.
On s’attaquait au verrou.
Estaban serrando la cerradura.
Le verrou cliquette.
La cerradura hace clic.
Un verrou cliqueta.
Una cerradura hizo clic.
« Ça… débloquera… les verrous. »
—Esto… abrirá… las cerraduras.
Une clé dépassait du verrou.
Había una llave en la cerradura.
Même les salles de bains n'avaient pas de verrou.
Ni los baños tenían cerraduras.
La porte n’était pas munie d’un verrou intérieur.
La puerta no tenía cerradura.
Elle est censée ouvrir le verrou.
Ella va a abrir la cerradura.
Là, elle posa son bougeoir sur une console, tourna le verrou, ouvrit la porte et, à la lueur vacillante de la bougie, elle vit Rhett Butler qui, le jabot impeccable, soutenait son père.
Colocando la vela sobre un cofre, abrió la puerta, y a la luz oscilante vio a Rhett Butler, sin un cabello fuera de su sitio, que sostenía a su padre, rechoncho y pequeño.
Au sommet de la colline, le vent, écartant ses cheveux de sa figure ravagée, lui apporta le murmure plaintif de la tramée qui s’était peu à peu frayé un passage jusqu’aux confins de Verrou Canyon.
En lo alto de la colina, el viento levantó el cabello de la vieja, lo apartó de su rostro y le llevó el quejumbroso susurro de la raedura que se había abierto camino hasta el extremo más alejado del Cañón de la Armella.
Valentin se jeta sur la porte, brisa le verrou de l’autre côté sans avoir à forcer… et trouva Silver assise dans son lit, ses cheveux comme un halo d’or pâle sur ses épaules et la main tendue vers la bouteille en métal isotherme que Nova avait dû lui donner.
Valentín golpeó contra la puerta, rompió el cerrojo del otro lado sin esfuerzo… para encontrar a Silver sentándose en la cama, su cabello suelto alrededor de sus hombros en un sereno halo dorado, y su mano acercándose por la botella aislada de metal que Nova debía haberle dado.
Dans la pénombre d’une pièce où régnait un calme inhumain, il finit par discerner une épaisse silhouette de femme immobile, le visage tourné vers le sien et, après une attente qui lui parut longue, cette femme, qui était vieille, avec des mèches de cheveux blancs sortant d’un bonnet, s’approcha enfin de la porte, tira un verrou et ouvrit.
En la penumbra de una habitación en la que reinaba una calma inhumana, acabó por distinguir una gruesa silueta de mujer inmóvil, con el rostro vuelto hacia él, y después de una espera que le pareció muy larga, la mujer, que era vieja y con mechones de cabellos blancos saliéndole de un gorrito, se acercó por fin a la puerta, descorrió un cerrojo y abrió.
Just keep ringing, me dit le chauffeur en guise d’adieu, et il me fallut effectivement appuyer à plusieurs reprises de manière insistante sur le bouton de la sonnette avant qu’un mouvement se fasse à l’intérieur et qu’à grand renfort de bruits de clés et de verrous repoussés la porte s’ouvre pour laisser apparaître une dame d’une petite quarantaine, peut-être, avec des anglaises blondes et des formes tout aussi ondulantes et sinueuses, lui composant l’aspect d’une Lorelei.
Just keep ringing[41] dijo el conductor para despedirse, y de verdad tuve que pulsar repetida e insistentemente el timbre antes de que en el interior dieran señales de vida y con ruido de cadenas y corrimiento de cerrojos abriera la puerta una señora que quizá no llegaba a los cuarenta y tenía el cabello rubio ensortijado, pero por lo demás tenía un aspecto de alguna manera sinuoso y de sílfide.
(Valentin se leva et se mit à poser la deuxième partie du nouveau verrou.) Gris clair, gris foncé, gris-noir, gris tout court, gris à fines rayures, gris si pâle qu’il est presque blanc… (Il secoua la tête, ce qui agita les mèches noires de ses cheveux en bataille.) Je ne savais pas qu’il y avait tant de gris différents avant de te connaître. La connexion satellite établie, Silver regarda apparaître l’icone du virus de nettoyage.
—Valentín se levantó, comenzó a ajustar la segunda parte del nuevo cerrojo—. Gris claro, gris oscuro, gris casi negro, gris, gris, gris con delgadas rayas, gris tan pálido que es casi blanco…—Una sacudida de su cabeza, su cabello todas hebras negras caídas—. Nunca supe que había tantos tipos de gris antes de conocerte. Con la conexión del satélite hecha, Silver miró el ícono de barrido fácil comenzar.
— Arrête-toi ! ordonna Renard Ardent en l’attrapant par les cheveux. Quatre soldats, des cuirassiers, montaient la garde devant une porte munie de trois verrous.
--¡Detente! --Zorro Incendiario la agarró por el pelo. Cuatro soldados con armadura vigilaban una puerta con tres cerrojos.
Dans sa chambre, il s’assit, mais il voyait la fenêtre d’en face, la servante qui refermait la porte au verrou et qui, d’un geste rageur, dénouait ses cheveux, éteignait sa cigarette contre l’émail de sa cuvette.
Al llegar a su habitación se sentó, pero alcanzó a ver la ventana de enfrente, donde la criada volvía a cerrar la puerta con pestillo y, con un gesto enfurruñado, se soltaba el pelo y apagaba el cigarrillo aplastándolo contra el esmalte de la palangana.
Verre et cigarette en main, je tournai le verrou et ouvris le battant. Un gros ébouriffé avachi contre le chambranle se frottait les yeux de ses deux poings, avec un sourire vicelard et soupçonneux, mais pas totalement dénué d’amusement.
Me indicó con furiosos gestos que abriese yo, y se esfumó. Con el vaso y el pitillo en una mano, abrí el cerrojo y tiré de la puerta hacia mí. Un tipo fortachón de pelo desordenado estaba apoyado, como si se encontrara exhausto, contra la jamba. Se frotaba los ojos con ambos puños. Tenía una sonrisa temible y cansada, pero en la que aún quedaba un resto de diversión.
—Merci, dit Patch en m'attirant par le coude vers le couloir. Dans la chambre 106, Patch ferma la porte au verrou et posa une bougie sur la table de chevet, alluma la seconde et ôta sa casquette, secouant ses cheveux trempés comme un chien fou.
—Gracias —dijo Patch, y me cogió del brazo al salir. En la habitación 106 echó la llave a la puerta. Colocó la vela sobre la mesilla de noche, y luego encendió la otra. Se quitó la gorra de béisbol y se sacudió el pelo como un perro mojado.
En arrivant au premier étage, Elaine allait au fond du couloir, puis dans la salle de bains dont elle tirait le verrou. Elle ressortait quelques minutes plus tard, revêtue d’une chemise de nuit blanche, les cheveux attachés en queue-de-cheval.
Todas las noches, después de la cena, el anfitrión y la huésped se quedaban hablando un buen rato, luego se despedían y subían juntos las escaleras, y al llegar al segundo piso Elaine seguía hasta el fondo, se metía al baño, pasaba el pestillo y minutos después volvía a salir con un camisón blanco y el pelo agarrado en una larga cola de caballo.
Clarke cogna d’abord aux portes, y ajouta un coup de pied et finit par entendre le verrou qui s’ouvrait. Elle eut droit à un regard mauvais du jeune homme à la barbe foisonnante qui apparut sur le seuil, ses manches remontées sur des bras tatoués de motifs colorés, le front bien dégagé par sa chevelure immaculée coiffée en arrière.
Clarke golpeó las puertas con el puño y el pie. Al final oyó a alguien abriéndolas. Un joven arremangado y con los brazos cubiertos de llamativos tatuajes se la quedó mirando. Llevaba el pelo inmaculado y peinado hacia atrás y lucía una barba exuberante.
Ashenden pesta, alluma la lumière et, d’un geste rapide, ramena sur le sommet de son crâne ses cheveux en désordre encore que clairsemés : comme Jules César, il trouvait disgracieuse sa calvitie naissante et répugnait à la laisser paraître. Après quoi, il tira le verrou et ouvrit la porte : une femme de chambre genevoise se tenait devant lui.
Maldiciendo su suerte, Ashenden encendió la luz, pasó una mano por su escaso y chafado pelo (al igual que a Julio César, no le agradaba exhibir una calvicie bastante avanzada), y abrió la puerta. En el umbral había una despeinada criada del hotel. No llevaba delantal y parecía como si se hubiera puesto el vestido apresuradamente.
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