Phrases de contexte similaires
Exemples de traduction
El que mate a un compañero tendrá tres semanas de permiso Un cartucho de cada diez y una granada de mano de cada veinte están cargados.
Celui qui tuera un copain aura trois semaines de perm’ Une cartouche sur dix et une grenade à main sur vingt sont chargées.
Mateo se negaba a robarles y me dijo que sería un sacrilegio que desplumáramos a sus colegas intérpretes de arte dramático.
Mateo avait refusé de les dépouiller sous prétexte qu’il serait sacrilège de nuire à des camarades de scène.
El escenario estaba muy iluminado con velas y antorchas, para que el público viera cómo los rayos caían sobre Mateo y el resto de los actores.
Des chandelles et des torches illuminaient la scène pour que le public pût voir Mateo et ses camarades frapper par la foudre.
—Y movió la mano en dirección al hombre llamado Mateo, que se había deslizado por entre el gentío para acudir junto al barril del enano—.
Il agita la main avec emphase en direction du coquin appelé Mateo, qui s’était glissé parmi les spectateurs pour rejoindre la barrique de son camarade.
Junto al camión, que despedía un hedor cálido a motor y residuos, a cáscaras de naranja, yerba mate usada y combustible, Demetrio Rota y su compañero tiritaban con esquimal indiferencia.
Près du camion, qui dégageait une chaude odeur de moteur et d’ordures, de peaux d’orange, d’herbe à maté et d’essence, Demetrio Rota et son camarade grelottaient avec une indifférence d’Esquimaux.
Mateo consiguió, sin embargo, esbozar una breve sonrisa cuando su amigo le dio unas palmadas en la espalda y, con una voz baja y temblorosa, sugirió a éste que descendieran y jugaran una partida de ajedrez.
Cependant, le jeune mage se força à sourire quand son camarade lui assena une tape dans le dos et, d’une voix basse, tremblante, suggéra qu’ils redescendissent pour faire une partie d’échecs.
»Ahora, amigos, comenzamos en la torre prisión ubicada sobre una montaña escarpada, donde languidece el príncipe Segismundo. El enano movió la mano hacia donde Mateo y los demás actores aguardaban «entre bastidores».
— Et maintenant, amigos, nous voici dans la tour, construite sur une montagne escarpée, où se languit le prince Sigismond. Le nain agita la main en direction des « coulisses », où Mateo et ses camarades attendaient.
El tercer hombre, que camina a la par de los Rejón, se llama Mateo González Menéndez y también ayer vino a Madrid desde Colmenar de Oreja, su pueblo, obedeciendo a consignas que algunos compadres suyos han hecho correr entre los opuestos a la presencia francesa y partidarios del rey Fernando.
Le troisième homme, qui marche au côté des Rejón, s’appelle Mateo González Menéndez, et il est également arrivé hier à Madrid de Colmenar de Oreja, son village, obéissant aux consignes que des siens camarades ont fait circuler parmi les opposants à la présence française et les partisans du roi Ferdinand.
Los hermanos Rejón y su compañero el cazador colmenarense Mateo González, que luchan a brazo partido, se ven obligados a recular hasta el atrio enrejado del Buen Suceso cuando una nueva oleada de dragones a caballo dispersa su grupo a tiros y golpes de sable, matando a la manola Ezequiela Carrasco, al herrador Antonio Iglesias López y al zapatero de diecinueve años Pedro Sánchez Celemín.
Les frères Rejón et leur camarade, le chasseur de Colmenar Mateo González, qui se battent au corps à corps, se voient obligés de reculer jusqu’aux grilles du parvis du Buen Suceso par une nouvelle vague de dragons qui disperse leur groupe à coups de pistolets et de sabres en tuant une femme du peuple, Ezequiela Carrasco, le maréchal-ferrant Antonio Iglesias López et le cordonnier de dix-neuf ans Pedro Sánchez Celemín.
Una visión demencial pero virulenta: yo, mientras camino por el lodo, no estoy menos contagiado por ella que el leal Coronel Joll cuando sigue la pista de los enemigos del Imperio a través del interminable desierto con la espada desenvainada para degollar a un bárbaro tras otro, hasta que por fin encuentre y mate a aquel cuyo destino debería ser (o si no el suyo, el de su hijo o el de su nieto no nacido) trepar por la puerta de bronce del Palacio de Verano y derribar la esfera coronada por el tigre rampante que simboliza la dominación eterna, mientras sus compañeros desde abajo le aclaman y disparan al aire sus mosquetes.
La vision est folle, et pourtant virulente : moi, qui patauge dans la boue, je ne suis pas moins contaminé que le loyal colonel Joli qui traque les ennemis de l’Empire à travers le désert sans bornes, l’épée dégainée pour abattre barbare sur barbare, jusqu’à ce qu’enfin il trouve et exécute celui qui aurait dû avoir pour destinée (ou sinon lui, du moins son fils ou le petit-fils qu’il n’a pas encore eu) d’escalader le portail de bronze du palais d’Été et de renverser le globe surmonté d’un tigre rampant qui symbolise la domination éternelle, salué par les acclamations et les salves de mousquet de ses camarades.
Las paredes y el suelo seguían siendo simples paneles estructurales y los conductos recorrían el techo como un par de serpientes de color plateado mate entrelazadas entre sí, como si se apareasen.
Les murs et le sol étaient nus, tandis qu’au plafond couraient deux conduits entrelacés tels des serpents en train de s’accoupler.
Observando a Mateo de cerca, Zohra empezó a sentir una creciente preocupación por su salud.
A bien observer son compagnon, Zohra s’inquiéta de plus en plus de sa santé.
—No, pero cuando las mujeres pasan largas temporadas fuera, exponiéndose a que alguien las mate, saben que la situación es difícil para el hombre y, por supuesto, para los hijos.
— Non, mais quand elles s’en vont pendant une longue période et qu’elles risquent d’être tuées, c’est dur pour leur compagnon. Et pour leurs enfants.
Detrás de él, Mateo podía oír el retumbar de los cascos, los agudos chillidos de los goums galopando a su caza y los gritos de agonía de sus compañeros.
Derrière lui, Mathew perçut le martèlement des sabots, les cris perçants des goums qui se lançaient en chasse, les hurlements d’agonie de ses compagnons.
Incluso Mateo, el mayordomo, áspero y malhumorado, comenzó a llamarlo Professore y a decir a sus amigos en la taberna que él era un hombre de honor y buen corazón.
Même Matteo, le majordome, un homme bourru et désagréable, s’était mis à l’appeler professore et disait à ses compagnons de bistrot que Mather était un homme de cœur et d’honneur.
Mateo se estremeció, su estómago se encogió y la bilis comenzó a inundar su boca. Veía a sus camaradas masacrados y despedazados ante sus ojos, y se veía a sí mismo muriendo de la misma manera: la brillante hoja hundiéndose en la carne y los huesos, el terrible y lacerante dolor, el último grito desgarrado arrancado de sus pulmones.
Mathew tressaillit, son estomac se souleva et un flot de bile lui emplit la bouche. Il revit ses compagnons éventrés sous ses yeux, il s’imagina mourant de la même façon. La lame brillante plongeant dans la chair et les os ; la douleur atroce, éclatante ; le hurlement final, déchirant, arraché à ses poumons.
Finalmente, llegó una nota de palacio en la que se nos comunicaba que la Reina estaba muy satisfecha con el talento que mi amigo había demostrado durante la investigación, y ahí se quedó la cosa. No obstante, dudo de que mi amigo se olvide del caso; no lo dará por concluido hasta que uno de los dos mate al otro. Guardé la nota. He revelado en esta narración ciertas cosas que no debería.
Le palais finit par nous faire savoir que la Reine était satisfaite des résultats obtenus dans l’affaire, laquelle en resta là. Je doute toutefois que mon compagnon s’en désintéresse : elle ne s’achèvera pas avant que l’un des deux adversaires ait abattu l’autre. J’ai conservé la lettre. Dans le présent rapport des faits, j’ai dit des choses qui ne doivent pas être dites.
Con lo cual don Felipe, protestando que él ya no era alemán sino mexicano, se dejó sitiar el rey, el inglés exclamó check mate, pero sólo cuatro años más tarde dejaron de hablarse don Felipe y don Ricardo y desprovistos de sus respectivos compañeros de aje- drez, se murieron de aburrimiento y de tristeza;
Sur quoi don Felipe, protestant qu’il n’était plus allemand mais mexicain, se laissa assiéger son roi, l’Anglais s’exclama check mate, mais ce ne fut que quatre ans plus tard que don Felipe et don Ricardo cessèrent leurs relations, si bien que, dépourvus de leur compagnon d’échecs respectif, ils se moururent d’ennui et de tristesse ;
La expresión «sin descanso» no entraña una hipérbole: desde principios del otoño anterior los compañeros de Manuel Mena habían tomado parte en los combates decisivos de la batalla de Madrid, habían entrado en Brunete, peleado en Villanueva de la Cañada y defendido Las Rozas, se habían apoderado del vértice de Cobertera, habían evitado con un golpe de mano la voladura del estratégico puente de Pindoque, sobre el río Jarama, habían perdido durante dos días de primavera trescientos tres hombres en la cabeza de puente de Toledo —entre ellos siete de sus trece oficiales—, habían luchado en el frente de Albarracín y contenido la ofensiva republicana sobre Zaragoza peleando en Zuera, San Mateo de Gállego y Fuentes de Ebro.
Dire “sans répit” est un euphémisme : depuis le début du précédent automne, les nouveaux compagnons de Manuel Mena avaient pris part aux combats décisifs de la bataille de Madrid, étaient entrés à Brunete, avaient combattu à Villanueva de la Cañada et défendu Las Rozas, s’étaient emparé du sommet de Coberteras, avaient empêché lors d’un raid le minage du pont stratégique de Pindoque, sur la Jarama, avaient perdu en deux journées de printemps trois cent trois hommes à la tête de pont de Tolède – dont sept de ses treize officiers –, avaient lutté sur le front d’Albarracín et contenu l’offensive républicaine sur Saragosse en livrant bataille à Zuera, San Mateo de Gállego et Fuentes de Ebro.
(Lo comprende ahora, cuarenta años después, cuando su madre da un paso al costado y desaparece de la escena dejando vacante un espacio vital, donde pueden desperezarse fuerzas largamente dormidas que después se agruparán y saldrán a dar batalla otra vez, como si el sufrimiento de su madre, al final de los finales, no fuera sino una manera tardía de decir eso que otros llaman o llamaban el pueblo). No terror en el sentido de la intimidación, por lo demás siempre teñida de cierta excitación, que ejercen sobre él el hermano de su amigo y sus compañeros de militancia, que se llenan la boca hablando de clase obrera, burguesía, partido, imperialismo, huelga general, revolución permanente —palabras que siempre escucha en mayúsculas, sólo visualiza bajo la forma de unos colosos arremetedores, una brigada de monstruos monumentales que dan tres pasos y ya han cruzado todo el planeta y que reducen a una triste dimensión pigmea el mundo de novias, fútbol, discos y plazas que él comparte con su amigo—, a quienes sólo ve juntos y en acción una vez, en una reunión en la que consigue filtrarlo su amigo y que, como la mayoría de los cónclaves trotskistas, se dedica interminablemente a fumar, beber café, mate y, bien entrada la noche, ginebra, y sobre todo a «caracterizar la situación», un arte en el que el trotskismo no ha tenido, tiene ni tendrá jamás rivales. No, terror en el sentido de terror: terror de ser identificado, secuestrado, encapuchado, torturado, terror de morir como un perro, arrojado al río o dinamitado, por haber donado esos centavos a un mensuario que él mismo, pese a que lo apoya con fervor y suscribe todo lo que dice, de la primera letra a la última, o quizá precisamente por eso, cierra treinta segundos después de haberlo abierto, con la misma determinación, la misma falta de culpa con que un cirujano cierra el tórax que acaba de serruchar después de haberse asomado a su interior putrefacto.
(Cela, il le comprend à présent, quarante ans plus tard, lorsque sa mère fait un pas de côté et disparaît en laissant un espace vital vacant, où peuvent se réveiller à présent des forces longuement endormies qui se grouperont ensuite et sortiront livrer bataille une nouvelle fois, comme si la souffrance de sa mère, à la fin des fins, était juste une façon tardive de dire ce que d’autres appellent ou appelaient le peuple.) Pas par terreur au sens de l’intimidation, par ailleurs toujours teintée d’une certaine excitation, qu’exercent sur lui le frère aîné de son ami et ses compagnons de lutte, qui ont de la classe ouvrière plein la bouche, ainsi que de la bourgeoisie, du parti, de l’impérialisme, de la grève générale, de la révolution permanente – des mots qu’il entend toujours avec des majuscules, qu’il ne visualise que sous forme de colosses donnant l’assaut, une brigade de monstres monumentaux qui traversent toute la planète en seulement trois pas et réduisent le monde de fiancées, de football, de disques et de places de quartier qu’il partage avec son ami à une triste dimension de pygmée –, qu’il voit ensemble et en action une seule fois, dans une réunion où son ami parvient à l’infiltrer et qui, comme la plupart des conclaves trotskistes, est consacré à fumer, à boire du café, du maté et, la nuit déjà bien avancée, du gin, et surtout à « caractériser la situation », un art dans lequel le trotskisme n’a jamais eu, n’a et n’aura pas de rivaux.
—Jaque mate, Benjamin, mate a la descubierta.
            – Echec et mat, Benjamin, mat à la découverte.  Je
– ¡Habrá jaque mate!
– Vous l'aurez votre échec et mat!
Es el mate de Boden contra Schulder, en mil ochocientos sesenta, un mate de antología.
C'est le mat de Boden contre Schulder, en 1860, un mat d'anthologie.
Pero no mate, Scarlett.
Mais je ne suis pas encore mat, Scarlett.
—Por el momento, Mateo, sí.
— Pour l’instant, Mat-hew.
Mate en tres jugadas.
— Mat en trois coups.
Mate en cuatro movimientos.
Mat en quatre coups.
Mateo, es evidente que estamos aquí por ti.
Mat-hew, nous sommes ici à cause de toi, c’est évident.
—¡No puedo, Mateo, no lo quiero!
— Je ne peux pas, Mat-hew. Je ne veux pas !
Había otra especie de un negro mate.
Une autre espèce, encore, était d’un noir mat.
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