Traducción para "honest-to-god" a español

Honest-to-god

• honesto a dios
• honesto con dios

Ejemplos de traducción

honesto a dios

Honest to God opium den. In the heart of Chi Town.
Un fumadero de opio honesto-a-Dios en el centro de China-Town.

I mean, honest to God.
Quiero decir, honesto a Dios.

There is an honest-to-God python somewhere in there.
Hay un pitón honesto a Dios algún lugar de ahí.

I want an honest-to-God, ring-on-the-finger, blood-on-the-sheets ratings bonanza.
Quiero un honesto a Dios, anillo-on-the-dedo, sangre-on-the-hojas bonanza calificaciones.

- I was now attending the most drugged-out high school in the whole country, honest to God.
- Yo estaba asistiendo la escuela secundaria más drogados en todo el país, honesta a Dios.

I think Duval is an honest-to-God good person.
Creo Duval es una buena persona honesta a Dios.

Not dinner, not a family outing, but an honest-to-God date.
No la cena, no una excursión familiar, pero una fecha honesto a Dios.

honest as God, to be sure, but like all enthusiasts he’ll see what he wants to see, won’t he?
honesto como Dios, seguro, pero como todos los fanáticos, vería lo que quisiera ver, ¿no es así?

In the sacrament of Penance, I am brutally honest with God about my sins, and I hear the forgiveness of Christ in my ear.
En el sacramento de la Penitencia, soy brutalmente honesto con Dios en cuanto a mis pecados, y escucho con mis oidos el perdon de Cristo.

‘A great deal of my utility’, he wrote in 1963, ‘has depended on my having kept out of all dog-fights between professing schools of “Christian thought”.’ He was, however, candid in his dislike of the ‘demythologisers’, particularly (in the nineteen-sixties) John Robinson, the Bishop of Woolwich and author of Honest to God, whom Lewis named ‘the Bishop of Woolworths’.
«Gran parte de mi utilidad», escribió en 1963, «ha dependido de mantenerme al margen de las peleas entre las escuelas que profesan el pensamiento cristiano». Sin embargo, se mostraba muy cándido en su manera de manifestar su desagrado por los «desmitificadores», especialmente (en los años sesenta) con John Robinson, obispo de Woolwich y autor de Honesto con Dios, y al cual Lewis le llamó «el obispo de los Woolworths».