Traducción para "algunos amigos íntimos" a ingles

Algunos amigos íntimos

• some close friends

Ejemplos de traducción

some close friends

Después de varios decenios de debida adherencia a las actitudes «rectas» (es decir, a la izquierda), el esteta salió a la luz en 1974 cuando, con algunos amigos íntimos y aliados literarios, maoistas del momento, fue a China;
After several decades’ worth of dutiful adherence to right-minded (that is, left-wing) stands, the aesthete came out of the closet in 1974 when with some close friends and literary allies, all Maoists of the moment, he went to China;

Estuvieron presentes algunos amigos íntimos que permanecerían a su lado cuando los demás nos fuéramos: Timónides, ardiendo en deseos, supongo, de despedirse para empezar a escribir su historia, y Calipos de Atenas, el hombre que tanto odiaba a los tiranos y que había sido la mano derecha de Dión durante tanto tiempo.
Some close friends stood round, who would stay when the rest had gone: Timonides, longing, I expect, to be off and write up his history, and Kallippos of Athens, the tyrant-hater, who had long been Dion’s right-hand man.

En poco más de cinco años, ese paralelepípedo imponente, que irrumpe entre los árboles como un búnker de hormigón apenas los autos salen de la curva de la ruta que sube, deja de ser el remanso hedonista que está llamado a ser —que de hecho es al menos los primeros tiempos, mientras su madre y el marido de su madre y algunos amigos íntimos, todos igualmente víctimas del hechizo inexplicable del ex rugbier puesto a arquitecto, confunden las dimensiones exageradas de la casa con una excentricidad atractiva, un lujo a explorar, y, como niños que proceden a ocupar la mansión de la que sus padres acaban de irse, duermen un día en un ala y otro en otra, reparten las cenas en los distintos comedores, se duchan todos los días en un baño distinto, se pasean y besan en los pasillos, acampan en los playrooms desiertos con sus reposeras de playa, sus copas de vino, sus discos de Mel Tormé y Tony Bennett— y se convierte en una preocupación.
In just over five years, this imposing cuboid, which breaks through the trees like a concrete bunker as soon as you clear the bend in the road leading up the hill, ceases to be the hedonistic haven it was intended to be—and which it actually is, at least in the early days, while his mother and her husband and some close friends, all of them equally under the ex-rugby-guy-turned-architect’s inexplicable spell, still find the house’s exaggerated dimensions appealingly eccentric, a luxury to be explored, and, like children setting about occupying a mansion recently vacated by their parents, sleep in one wing one night and another the next, eat dinner scattered among the various dining rooms, shower in a different bathroom every day, bump into one another while wandering the hallways, and set up camp on beach recliners in the deserted playrooms with their glasses of wine and their Mel Tormé and Tony Bennett records—and becomes a worry.