Käännös "enguatado" ranskan
Käännösesimerkit
– dijo Killick, asomándose inmediatamente con un trozo de tela enguatada bajo el brazo.
— Monsieur ? dit Killick apparu instantanément, une étoffe rembourrée sous le bras.
A juzgar por la prenda de algodón enguatado que vestía el hombre barbudo, sus piernas desnudas y la larga vara que llevaba, su oficio era porteador de palanquín.
À en juger d’après le vêtement de coton rembourré de l’homme, ses jambes nues, et la perche qu’il avait à la main, il exerçait le métier de porteur de palanquin.
El hombre que lo aporreaba empleaba para hacerlo mazos enguatados con mangos de más de un metro de largo. Había un tambor semejante dispuesto en cada uno de los cuatro puntos cardinales.
L’homme frappait son instrument avec des maillets rembourrés dont le manche mesurait un bon mètre de long. De semblables percussionnistes étaient dispersés aux points cardinaux.
Killick lo veneraba (el trozo de tela enguatada era la primera de las tres envolturas con que lo protegía del mal tiempo) y pensaba que el nombre que le daba el capitán era inapropiado y tenía connotaciones despectivas.
Il en prenait un soin idolâtre – la toile rembourrée n’était que la première de ses trois enveloppes de gros temps – et il jugeait le nom que le capitaine lui donnait impropre, irrespectueux et déplacé.
Esto parecía explicar por qué los turcos por lo general visten como vestía la gente en 1938, con peludos suéteres de color castaño, pantalones holgados y chaquetas de estameña azul con hombros enguatados, anchas solapas y un pañuelo de tres puntas en el bolsillo del pecho.
Voilà qui expliquerait pourquoi les Turcs sont vêtus à la mode de 1938. Ne portent-ils pas encore des pulls de laine marron à longs poils, des chaussettes à losange, des pantalons trop larges à fines rayures, des vestons de serge bleue rembourrés aux épaules, dont les revers claquent au vent comme des ailes, sans oublier une pochette à trois pointes.
con un poco de maquillaje y ropa enguatada, podía aparentar otra edad.
un peu de maquillage, des vêtements matelassés et elle trichait sur son âge.
Se colocó la protección enguatada, el casquete de cuero y luego se encajó el casco encima.
Il mit son bonnet matelassé, son camail par-dessus, puis son heaume.
Desabotonó la chaqueta enguatada, sin prisas, y aflojó también el chaleco bajo el cinto de lona.
Il déboutonne son caban, sans se dépêcher, ouvre aussi sa veste matelassée sous sa ceinture de grosse toile.
Algunos de los vecinos que se habían acercado a escuchar el concierto llevaban ya puestos los abrigos enguatados, otros se los habían echado sobre los hombros.
Pour assister au concert, certains avaient revêtu leur veste matelassée, d’autres l’avaient simplement posée sur leurs épaules.
El capitán se volvió. ¿Se llevaría la chaqueta enguatada? Si lo hacía, se la arrancarían y no le dejarían más que el chaleco, de todos modos.
Le capitaine jette un coup d’œil en arrière : va-t-il prendre son caban ? Mais son caban, on va le lui retirer là-bas : on ne lui laissera que sa veste matelassée.
Al resbalar un poco, le aprietan la chaqueta enguatada y el chaleco y siente algo que le oprime en el lado izquierdo del pecho, sobre el corazón.
Quand il a redressé le dos, son caban et sa veste matelassée se sont tendus et il sent quelque chose de dur qui lui appuie sur le côté gauche de la poitrine, près du cœur.
Pero en ese mismo momento una poderosa mano retiró violentamente su chaleco y la enguatada chaqueta de su cuerpo. Sujov apartó la sahariana de su rostro y se incorporó.
A ce moment même, une main de gradé écarte sa veste matelassée et sa couverture. Choukhov rejette le caban qui couvre son visage et se dresse sur son coude.
Sir Justin le aguanta la puerta abierta para dejarla pasar y masculla una exclamación de sorpresa al notar el cortante frío a pesar del abrigo enguatado y las botas de piel.
Sir Justin lui ouvre la porte et émet un murmure surpris à la morsure glaciale du froid malgré son manteau matelassé et ses bottes fourrées.
¡El que hubiese empezado a dormir! Gruñeron, se levantaron, metieron los pies en las botas. Nadie se quitaba los pantalones enguatados: sin ellos no se hubiera podido dormir bajo la deshilachada manta, a menos de quedarse helado. –¡Malditos cerdos!
Et il y en avait qui dormaient ! Ils grognent, se remuent, enfilent leurs pieds dans leurs bottes de feutre (personne n’enlève son pantalon matelassé, on ne pourrait pas résister sans, sous la mince couverture, on serait transi de froid). “ Ah ! les brutes ! ”
—Profesor Ding, ¿no se estará desquitando porque Genzhu no le ha dejado que siga al mando de la escuela? Sin añadir una palabra más, el abuelo permaneció delante de la puerta. Con los rayos del sol del mediodía incidiendo sobre sus cabezas, los enfermos fueron quitándose los chaquetones enguatados y echándoselos sobre los hombros, encima de jerséis, sudaderas o camisas. Era justo ese momento del año en que uno tiene calor con abrigo y frío a cuerpo, y el equilibrio se logra echándose algo sobre los hombros.
— Professeur Ding, tu veux te venger parce qu’ils t’ont enlevé la direction de l’école. Mon grand-père restait planté devant la grille sans répondre. Le soleil réchauffait la cour. Les malades avaient enlevé leur veste matelassée. Certains étaient vêtus d’un vieux chandail, d’autres d’une veste en velours neuve ou d’une chemise en coton.
How many English words do you know?
Test your English vocabulary size, and measure how many words you know.
Online Test