Käännös "cuaderno de anotaciones" ranskan
Cuaderno de anotaciones
Käännösesimerkit
Encima de éste se veía un cuero cabelludo enrojecido y un par de cuadernos de anotaciones.
Un scalp de cheveux roux ainsi que deux carnets étaient posés dessus.
Extracto de un cuaderno de anotaciones no publicado de Carl Gustav Jung, sin fecha, con la inscripción Obiter Dicta:
Extrait d’un carnet de notes inédites de Carl Gustav Jung, portant la mention obiter dicta, sans date.
Y, de una juguetería, trajo una pequeña lámpara, un plato y una taza de porcelana. Y del bolso de una mujer, un pequeño cuaderno de anotaciones que en las manos de Claudia era un gran volumen.
Comme passaient les nuits, s’y ajoutèrent une table à même échelle, puis une petite lampe à pétrole, une tasse et une soucoupe de porcelaine prises à l’étal d’une boutique de jouets et, dérobé à un sac de femme, un petit carnet relié de cuir qui dans les mains de Claudia devint un gros volume.
Shelley arrojó su cuaderno de anotaciones y gran parte de su correspondencia más reciente al fuego siete días después de que Mary casi hubiera sido estrangulada, y pidió a Crawford y Josephine que le acompañaran a dar un paseo por la orilla.
Pour finir, une semaine après la tentative de strangulation de Mary, Shelley jeta son carnet de notes et une bonne part de sa correspondance au feu, puis demanda à Crawford et à Joséphine de l’accompagner dans une promenade sur le rivage.
En una de ellos el doctor Weyland explicaba sus sospechas de que los cuadernos de anotaciones del alemán existían, cómo los había buscado y su lucha contra los incrédulos, a los que el doctor Weyland demolía usando un agudo ingenio, para establecer la autenticidad de los documentos en cuanto fueron encontrados.
Le Dr Weyland y racontait comment il en était venu à soupçonner l’existence des carnets de l’Allemand, les recherches qu’il avait entreprises pour les découvrir et la lutte - contre des sceptiques que le Dr Weyland démolissait avec un esprit mordant - pour établir l’authenticité des documents quand ils furent découverts.
Durante los cinco días siguientes Shelley pasó cada vez más tiempo a bordo del Don Juan permitiendo que Roberts y el joven Vivian se encargaran del velamen mientras él examinaba el cielo mediante un sextante a intervalos regulares y llenaba página tras página en su cuaderno de anotaciones, ahora ya no con versos sino con oscuras ecuaciones matemáticas garrapateadas a toda prisa.
Cinq jours durant, Shelley passa de plus en plus de temps sur le Don Juan, laissant Roberts et le jeune Vivian s’occuper du gréement tandis qu’il observait des montagnes dans un sextant et noircissait page après page un carnet – non plus de poésie, mais d’obscurs gribouillis mathématiques.
Sin embargo, un día, unos veinte años atrás el doctor Hoffman, un muy distinguido profesor de física de la universidad de P., despidió con unas pocas palabras amables y un espléndido regalo al valet que lo atendía, hizo una hoguera con sus cuadernos de anotaciones, guardó en una muleta un cepillo de dientes, una muda de ropa interior, una camisa y una selección de libros cabalísticos de la biblioteca de su padre, fue en taxi a la estación central del ferrocarril, adquirió un pasaje de ida al refugio montañoso de L., y se dirigió al andén correcto, donde compró en un quiosco un paquete de cigarrillos importados y una bolsa de mandarinas;
Environ vingt ans plus tôt, le docteur Hoffman, à l’époque déjà éminent professeur de physique à l’université de P., avait congédié avec quelques mots aimables et un beau cadeau le valet qui s’occupait de lui ; puis il avait jeté ses carnets au feu ; fourré dans une valise une brosse à dents, quelques chemises et sous-vêtements, ainsi qu’un assortiment de livres cabalistiques de la bibliothèque paternelle ; pris un taxi jusqu’à la gare centrale ; acheté un ticket aller pour l’hôtel de montagne de L. ;
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