Käännös "mirar a los demás" englanti

Mirar a los demás

• look at others

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look at others

No puede mirar a las demás a los ojos.
She can’t look the others in the eye.

Da oportunidad de mover despacio las manos, y mirarte, y mirar a los demás.
It gave you the chance to move slowly, and look into yourself, and look at others.

Él también estaba muy callado, tenía la mirada fija en la comida o en mi cara, y los dos nos esforzábamos por no mirar a los demás clientes.
He was subdued, too, his gaze staying firmly on his food or on my face, both of us studiously avoiding looking at other patrons.

Era lunes, y a primera hora de la mañana habían hecho la colada familiar, saliendo luego al jardín para tender rápidamente la ropa de color sin mirar a los demás patios, donde otras esposas estaban haciendo lo mismo que ella. —¡Oh, Susan! —exclamó la buena mujer—.
It was Monday and in the cellar that early morning she had done the family wash and slipped out to hang it up quickly, not looking at other yards where other wives were doing the same thing. “Oh, Susan!”

Para Rose, que hasta entonces no había sabido realmente hacia dónde se dirigía, que había trabajado en diversas labores de oficina por el salario que le pagaban y nada más, es decir, sin esperanza de alcanzar cierta satisfacción interior, aquello fue como encontrar de pronto una vocación, no simplemente otro empleo, sino una nueva forma de estar en el mundo: observar el rostro de otras personas, más rostros cada día, cada mañana y cada tarde rostros diferentes, todos distintos, y al poco tiempo comprendió que le encantaba aquel trabajo de mirar a los demás y que nunca se cansaría, jamás podría cansarse de él.
For Rose, who until then had never quite known where she was headed, who had worked at various office jobs for the wages she earned but little else, that is, without any hope of inner satisfaction, it felt as if she had suddenly chanced upon a calling—not just another job, but a new way of being in the world: looking into the faces of others, every day more faces, every morning and afternoon different faces, each face different from all the other faces, and it wasn’t long before Rose understood that she loved this work of looking at others and that she would never, could never, grow tired of it.