Übersetzung für "store owners" auf spanisch

Store owners

• propietarios de la tienda
• due単os de tiendas
• propietarios de tiendas

Übersetzungsbeispiele

propietarios de la tienda

Were it not for actions taken by the store owner to obstruct the terrorist and prevent him from entering the adjacent community, the human costs would have been far greater.
De no ser por las medidas que tomó el propietario de la tienda para interceptar al terrorista e impedirle el ingreso a la comunidad adyacente, el costo humano habría sido mucho mayor.

He stopped walking, turned to face the store owner. "Shit."
Dejó de andar y se volvió de cara al propietario de la tienda. —Mierda.

After the family returned to Osaka, Hansu gave Kim the job of collecting fees from the store owners at Tsuruhashi market.
Después de que la familia regresara a Osaka, Hansu puso a Kim a cargo de la recaudación de las cuotas a los propietarios de las tiendas del mercado Tsuruhashi.

Morelli could have probably traced the store owner through the Chamber of Commerce but that would have taken time, and time was the one thing they didn’t have.
Morelli, desde luego, habría podido averiguar la identidad del propietario de la tienda buscándolo en la Cámara de Comercio, pero eso los habría retrasado, y no les sobraba el tiempo.

He had not known that the music store owner was at the meeting, but Bill felt a surge of pride as he watched the long-haired man stride up to the front of the chambers.
No sabía que el propietario de la tienda de discos estuviera en la sesión, pero al ver cómo el hombre de pelo largo se dirigía resuelto hacia la parte delantera del salón se sintió orgulloso.

Although the store's owner, Sembut Nurikhan, a smallish, somewhat professorial and dapper man in his fifties, had seemed remote on first meeting, Jordan had been drawn to him. He was
A pesar de que en su primer encuentro el propietario de la tienda, Sembut Nurikhan, un pulcro y bajito individuo de cincuenta y tantos años y aspecto profesoral, se había mostrado en cierto modo distante, Jordan se había sentido atraído por él.

At the end of the spiral staircase the store’s owner, Manny (“Good Old” as they came to call him), displayed his prized commodities: the collectible defectives, limited editions, the whispered-about rarities.
Al final de la escalera de caracol, el propietario de la tienda, Manny («el bueno de Manny» como habían dado en llamarlo), exhibía sus artículos más preciados: los juguetes con alguna irregularidad que hacía de ellos un objeto de colección, ediciones limitadas, las rarezas de las que se hablaba en voz baja.

Final thanks to Jill Mansell and her daughter Lydia, whose generous donation to the Authors for Grenfell appeal mean that Lydia is now immortalized as a gum-chewing, cigarette-smoking vintage clothes store owner.
Y un agradecimiento final a Jill Mansell y a su hija Lydia, cuya generosa donación a la iniciativa de Authors for Grenfell se ha traducido en que Lydia aparece ahora inmortalizada como propietaria de una tienda de ropa vintage aficionada a los cigarrillos y a mascar chicle.

Yarmulkes didn’t fool the porno store owners, who sat on stepladders positioned around the stores—at the ends of the aisles, beside the cash register, beside the front door—and they watched everyone, no matter what they were wearing on their heads.
Los yarmulkes no engañaban a los propietarios de las tiendas porno, que permanecían sentados en escaleras de mano apostadas alrededor de la tienda —al extremo de los pasillos, tras la caja registradora, junto a la puerta principal— y vigilaban a todo el mundo, tanto daba lo que llevaran en la cabeza.

Doyle took the meager cash he’d saved and bought what he thought of as insurance: a battered and rusty old flintlock pistol which the marine store owner had insisted would actually fire, and with which Doyle would threaten to kill himself if Doctor Romany tried to have him seized.
Doyle cogió sus míseros ahorros y compró con ellos el mejor seguro posible en sus circunstancias: una vieja pistola de apariencia muy maltrecha, que el propietario de la tienda juró enfáticamente que todavía era capaz de disparar, y con la cual Doyle pensaba afirmar que se mataría si el doctor Romany intentaba hacerle prisionero.